25 años. Thrall. Real Vampire

Probablemente, ninguna criatura viva en este vasto mundo, ha sido incapaz de evitar posar sus crédulas miradas sobre las facciones, movimientos y fisonomía de este bello ser. Es improbable que pase desapercibido y aun así, la mayoría de los mortales y seres oscuros temen en mirarle a los ojos. Ventanas sombrías y penetrantes de su misteriosa y retorcida alma. Puede que su aire sensual engatuse, atrape e incite a acercársele, sin embargo, es su mirada penetrante y casi mortal la que termina por atemorizar a cualquiera. Es por esa misma razón que evita que sus ojos se crucen con otros, pues le disgusta notar el temor en la mirada ajena una ves se encuentran con sus orbes.

Silencioso, recatado. Es un hombre que ha sido educado para comportarse como todo un caballero cuando la situación lo requiere como tal, pero no es alguien parlanchín, ni mucho menos, un joven de muchas palabras. Solo dice lo justo y necesario. Sin embargo, la mayoría del tiempo, se comporta casi de una forma rebelde, antisocial y hasta gruñona. Le molesta tener que escuchar órdenes de otras personas y que le fastidien mientras este descansando. Esta en contra del ideal de servir a los humanos.

Orgulloso hasta la medula. Que ni se les cruce por la cabeza enviar una orden al moreno, quien considera que nadie es capaz de decirle que hacer cuando y como. Aun así, en un caso particular, donde la persona que le ordene sea alguien que Sylar considere digno de su respeto y confianza, el acatara de manera inmediata.

Puede que no tenga un carácter netamente agradable. A pesar de ello, tiende a ser un sobre protector con cualquier cosa o persona que el llegue a tomarle demasiado cariño. De igual manera, es apasionado y dedicado con todo lo que realiza, capaz de entregar el cien por cien.

No suele ser partidario de la lucha, pero fue especialmente entrenado para el arte del combate. Es un estratega especializado, que calcula dos veces antes de realizar algún movimiento, pues no desea ser parte de una pelea innecesaria.

Mi bello y querido hijo. Tienes la mirada de tu padre… Y el perfil de tu abuelo… ¡Eres perfecto!

Si fui perfecto ¿Por qué mi familia me ha estado inculpando todos estos tiempos? ¿Fue por mi culpa que mis hermanos fueron eliminados? Explícame… ¿Por qué soy bello y maldito?

Se podría decir que nací en una familia de alta jerarquía. Mis hermanos y yo éramos diferentes, fui uno de los hijos mayores, cinco en total. Cada uno, con características que nos separaban y nos diferenciaba. Y yo fui el prototipo de hijo recatado, donde sus padres depositaron todas las esperanzas de dejar en sus manos el control de la familia, de los Chevalier. Sin embargo, no fue todo más que una mera ilusión y aspiración inútil.

No niego que la vida junto a mis hermanos era amena, grata y más interesante que pasarla junto con mis padres, quienes veían en mí solo una forma de heredar sus costumbres, inteligencia y sabiduría. Claro, excepto de mi madre, quien, a pesar de todo, me amaba desde que tengo conciencia.

Sin embargo, ocurrió algo. Algo que provoco que mi familia se separara, muriera y desapareciera de mi vida. Recuerdo a mi madre llegar con mi hermana pequeña tomada de la mano a mi habitación, su vestido estaba manchado por el brebaje delicioso color escarlata y me dijo que tomara a mi hermana y la llevara lejos. Dos de mis hermanos mayores advirtieron de que se acercaban ¿Quiénes? Pero pronto, mi hermana pequeña tomo de mi mano y mi madre llego con mi otra hermanita, una bebe, entre sus brazos. Con sus ojos llorosos, me rogó que las llevara lejos. Y que no viera atrás… Que todo estaría bien.

Me mintió.

Cuando volví, junto a mis hermanas a nuestro hogar, solo encontré una edificación vacía, silenciosa y casi fantasmal. La imagen de mi abuelo junto con sus sirvientes pareció sorprenderle de verme vivo, corrió a ver a mis hermanas, mas a mi solo me saludaron y fijaron sus miradas, tajantes, en la mía. Me culpaban de algo que yo desconocía totalmente…

Y por más que preguntara sobre lo ocurrido, nadie me decía. Susurraban cosas a mis espaldas, pasaban de mí. No me consideraban digno de encargarme de los asuntos de mi familia, involucrándose en temas que ni siquiera le incumbían. Y para rematar… Me culpaban de la muerte de mis padres. A pesar de que ellos pasaron a mejor vida… Mis hermanos aun continúan con vida, pues de ves en cuando, me envían alguna carta.

Y mientras busco la respuesta de la muerte de mis padres… He tenido que vivir mi vida como siervo de los humanos. Señoritas hermosas, pero caprichosas han venido en mi búsqueda para pedir que este a su servicio y, a pesar de que conozca las reglas, me he explicado para evitar que me toque tal repugnante destino…

Todavía sigo preguntándome… ¿Por qué soy bello… y maldito?

+ A pesar de toda su educación y actitud recatada, es un muchacho con un sentido de la moda un poco rebelde. Suele utilizar pantalones simples y camisas entreabiertas, además de joyas. De hecho, lleva en su oreja derecha varios pendientes de plata y en sus manos, anillos del mismo material.

+ Suele ocultar su rostro con su cabello, pues le molesta que vean sus ojos de extraño color plateado.

+ No disfruta demasiado de beber sangre, de hecho, prefiere mezclar sangre con vino para beberla. Según el, adopta un sabor mucho mas delicioso.

+ Disfruta del tabaco, de hecho, suele fumar con mucha frecuencia.

+ Adora leer libros de terror y suspenso. Y como dato secreto, tiene cierta pasión por leer libros de romance.

+ Disfruta de la compañía de animales, especialmente de perros, gatos y aves. Se podría decir que son las únicas criaturas con las que se comporta de forma noble y hasta cariñosa.

+ Colecciona cuchillos y espadas de distinto materiales, ya sea metal, plata, etc.

Sombras: Es capaz de mimetizarse con la oscuridad del lugar, aprovechando la poca iluminación para dejarse absorber por las sombras, desapareciendo su fisonomía completamente del lugar donde se esconde. Tras hacerlo, tiene la oportunidad de vagar por las sombras hasta transportarse a distintos puntos, sin embargo, deben ser distancias cortas.

Fuego: Capaz de crear fuego a su antojo y al mismo tiempo, aguantar las grandes temperaturas. Moldea este elemento a su antojo y tiene la habilidad de bañar a sus espadas o cuchillos que utiliza para pelear. El fuego que crea puede llegar a causar quemaduras graves.