Suspiro tristemente ante el intento fallido de Nai de levantarle en ánimo, aunque por dentro estaba ahogando una risa, por su buena actuación- no, ya no importa... -dijo en un murmuro, apartando la mano de la pared, girándose levemente para verla de frente. La joven bajo su maleta al suelo y se puso a rebuscar algo dentro de ella. Luke la miro con curiosidad, sin saber que exactamente buscaba ¿Qué tanto lleva ahí? Se preguntó, mirando con un poco de sorpresa la enorme maleta que llevaba la chica cargando- haber.. ah!.. aquí están! -mostro victoriosa una pequeña bolsa azul, poniéndose de pie quedando realmente cerca de Luke- ¿Qué es eso? -pregunto él, sin ser consciente de la cercanía de la chica. Paso la mirada de la bolsa a los ojos de Naillah, observando estos fijamente como otras tantas veces había hecho, pero pudo notar por un breve segundo como los ojos de ella lo veían con cierta sorpresa ¿Lo había reconocido?- Este... -balbuceo intentando dar un paso hacia atrás y poner un poco de distancia entre ellos, la suficiente como para que no pudiera verlo con tanto detalle- Quiero alegrarte... y dicen que ellos alegran a las personas... así que... -abrió la volva y por fin pudo observan su contendido, eran dulces- Podemos compartir chocolates... te gustaría?.. -una sonrisa se dibujó en sus labios y asintió con la cabeza, hay que confesar si se trataba de cosas dulces Luke era un fácil- Okey, acepto tus ricos chocolates, pero con una condición... -se inclinó un poco hacia adelante, colocando su mano en la cabellera de la chica despeinándola un poco- que los comamos afuera. No me gusta estar dentro de un lugar mucho tiempo -sin permiso tomo la enorme mochila de la chica y se la echo en el hombro sin ninguna dificultad a pesar de su aspecto "lesionado"- Ven vamos... -la tomo de la mano con delicadeza para que fuera con él. No pensaba ir al jardín, él al estar tan acostumbrado a las alturas, le justaba ver los paisajes desde arriba... así que irían a la azotea. Caminaron unos cuantos metros hasta que llegaron a una puerta que decía "Acceso a la azotea -Solo personal"- Huumm... eso es un problema -murmuro Luke, para después alzarse de hombros en actitud despreocupada- Bueno, en realidad no... -abrió la puerta, viendo las escaleras que llevaban a la azotea de aquella antigua mansión y hoy moderno hotel. Subió las escaleras con ligereza a pesar de llevar las dos maletas (la de él y la de Nai) y la chica tomada de la mano. Al llegar a la puerta que llegaba a la azotea la abrió con un pequeño empujón, sintiendo el frio y fresco aire rozar su piel- ¡Qué bien! -exclamo gustoso, dando una gran bocanada de aire que le llenaron los pulmones. Soltó su mano y dejo caer las maletas en el suelo, en caminándose hacia la cornisa para observar el paisaje del lugar- ¡Fantástico! Ven Nai, esto es genial -la llamo con total familiaridad, sin darse cuenta que la había llamado por su nombre- No encuentras vista así en la ciudad... -musito recargando el codo en la carniza mirando con una sonrisa lo que tenía frente; se veía el bosque, el campo, pequeñas casas con luces tintineantes a la lejanía y un poco más allá una pequeña cascada- En la ciudad todo es tráfico y enormes edificios, pero aquí... todo es tan tranquilo, es casi como si dieras un salto en el tiempo y regresaras cuando todo era más fácil.

La vida es difícil para todos... -contesto con cierta tristeza en su voz, recordando cuando era un chico común y corriente, cuya única preocupación era ir a la escuela, pero ahora él tenía más responsabilidades y problemas de los que era capaz de llevar sobre sus hombros- pero que le vamos a hacer... -giro el rostro, viendo a Nai con una gran sonrisa, quitándole importancia al hecho de que los problemas estaban acabando con el- Abre... boquita... -dijo la joven a lo que el obedeció, acercándose para tomar el dulce de sus dedos, saboreando el sabor del chocolate, regresando la vista al frente, pero sintió un pequeño escalofrió recorrer su espalda cuando ella menciono que la había llamado por su nombre ¡Que tonto soy! Grito internamente. Mirándola con el rabillo del ojo, temía que si lo viera a la cara se delatara él solito- tu... me acosas verdad -se ahogó con el chocolate, comenzando a toser sonoramente, golpeándose el pecho para hacerlo pasar, le había tomado por sorpresa aquella acusación- ¡Que, claro que no! -contesto rápidamente entre torpes tosidos, moviendo las manos frente a ella, para después rascarse la nuca en gesto nervioso- Tu maleta tiene una etiqueta con tu nombre. Solo alcance a leer Nai antes de dejarla en el suelo -dijo con una nerviosa sonrisa que amenazaba convertirse en una boba risa- Soy un buen chico, te lo aseguro -sonrió ampliamente para que la chica confiara en sus palabras- No soy ningún acosador, de hecho los odio ja, ja, ja... -por fin la risa nerviosa escapo de sus labios, sintiendo ligeramente sus mejillas calientes ante aquel incomodo momento- Pero si te tranquiliza te digo mi nombre, soy Luke... pero tu puedes decirme... Luke -volvió a reír torpemente, queriendo que la tierra se lo tragara en ese momento.