Scratching for memories. [ l i b r e ] - 「 ◈ αuтuми вlue rαiи 」

	Scratching for memories.

	Cuando buscamos en el abismo la pequeña ranura que nos llevara a la luz, a la pureza detrás de la falsedad de este mundo. Es ahí cuando sabremos que la felicidad era el recorrido y no el destino. Ha pasado tanto tiempo, tantos años para la humanidad y solo un parpadeo para los vampiros. Las nuevas amenazas que les deparan a esta raza serán mortíferas. Pero no todas las armas están hechas de acero, sino en forma de una mirada, de un roce, de un suspiro. El peligro mas inminente es aquel que no logras a ver a simple vista. Lo que te terminará matando será tu propio corazón. Ten los ojos bien abiertos, y tu mente aun mas. Presta atención al susurro. Pues es aquí cuando las promesas se vuelven ecos en el tiempo. - Serás tu quien terminará asesinándome... y aun así... -

-Esta noche la sirena dejará de cantar.. -la voz áspera, seca y sucia de sangre del vampiro resonó en sus oídos como un susurro dicho demasiado cerca. Demasiado para su gusto.
"Sirena", pensó Lyra con ironía, a pesar de no mostrar ninguna expresión en su frío rostro. Aquel apodo con que un viejo compañero la había bautizado en presencia de un vampiro por su poder de agua y su caracteristica voz agraciada, había corrido entre la especie despreciable de manera que ahora la reconocían de esa forma. Venía persiguiendo a su presa desde hacía días sin embargo ahora era el vampiro quien había logrado acorralarla luego de generarle un herida en la parte interna del muslo que no dejaba de sangrar, y como si esto fuera poco ahora el asqueroso ser se ponía de rodillas ante ella con la intención de beber de allí. No le resultó tan asqueroso la forma en que pensaba beber su sangre tanto como su mera existencia, e hizo falta solamente que comenzara a sacar sus colmillos para que la chica le asestara un golpe con sus rodillas que le partió la mandibula, tirandolo hacia atrás. La herida escocía pero más importaba terminar su trabajo, sabía que no tenía demasiado tiempo antes de que más vampiros se amontonaran allí atraídos por su sangre y estando herida no podría contra todos.
Bastó un segundo simplemente para que tomara de su espalda sus armas, las cuales clavo de lado a lado en el pecho del vampiro cuando éste comenzaba a intentar levantarse. Deshacerse de él fue bastante sencillo aunque estaban comenzando a preocuparle presencias lejanas que empezaba a percibir. De cierta forma tenía que regresar para curarse, no podía permanecer más tiempo en ese lugar. Para su fortuna la oscuridad de la zona la protegía pero la pelea había sido larga y la sangre había comenzado a brotar de ella hacia bastante tiempo. Comenzó a caminar escondida entre las sombras del callejón, esperando llegar pronto a la Organización sino antes a su casa. Como fuera, no podía dejar un rastro de sangre, por lo que presionaba la herida con una de sus manos aunque hacía la caminata mucho más dificil. Eso, sin contar con el hecho de oír los fuertes pasos tras de sí. Cerró los ojos un segundo, como tratando de hacerse a la idea de lo que venía, y preparandose de cierta forma para la lucha a pesar de saber que no contaba con las fuerzas necesarias. No giró hacia atras pues sus sentidos le advertían que alguien venía tras ella a una distancia prudencial por el momento, mientras tanto sólo debía encontrar la forma de sobrevivir.
-La sirena... -oyó a lo lejos. Incluso la había reconocido, solo por olerla. Respiró profundamente una vez, empuñando su arma sin girarse todavía, sabiendo que si debía morir por lo menos mataría a un vampiro más esa noche. Éste nuevo vampiro poseía los ojos carmines como el fuego ardiendo, ¿sería familiar o amigo del vampiro que acababa de matar? Se pregunto por un momento que relación los uniría para que cargara esa aura tan furiosa. -¿Me buscabas? -preguntó ladeando levemente su rostro hacia él, manteniendo la seguridad y poder que sus ojos portaban generalmente. Fue entonces cuando él camino hacia ella que supo que no tenía escapatoria, de todas formas comenzó a correr con toda la energía que le quedaba dispuesta al menos de llevarlo a una zona en la que pudiera defenderse mejor. Corrió hasta que su pierna comenzó a fallar, pero no fue eso lo que le impidió seguir corriendo sino el hecho de haberse topado de frente con el final de otro callejón. -Oh -exclamó levemente al sentir la pared. Miró hacia atras un momento, viendo que finalmente no tenía más escapatoría, y no hicieron falta más de un par de segundos para que el vampiro, joven y fuerte, se abalanzara sobre ella robándole la respiración con sus manos alrededor de su cuello. -Al menos pelea como un hombre -alcanzó a escupir sobre su rostro con cierto tono de asco la chica, haciendo el único movimiento posible al golpear con su cabeza la frente del vampiro, lo que le permitió desestabilizarlo y alejarlo de ella. La sangre creaba un camino en su pierna la cual temblaba ligeramente a pesar de que Lyra no le daba la más mínima atención, empuñaba sus armas dispuesta a defenderse cuando escuchó un sonido más en el callejón y entonces lo percibió, otro vampiro se encontraba allí. Tragó saliva, sabiendo que a pesar de las circunstancias no agacharía la cabeza...

Esta noche trabajaría hasta tarde, pero justo ahora era su descanso, así que había optado por tomar un poco de aire fresco. Subió a la azotea del establecimiento y caminó hasta la orilla del lugar, observando por unos segundos las luces nocturnas de la ciudad; no era Rosehill, pero Nightbury tenía lo suyo y no lo podía negar. Sacó una cajetilla de su bolsillo del pantalón, sacando un cigarrillo sin mucha dificultad y colocárselo en los labios mientras guardaba la cajetilla y sacaba un pequeño encendedor metálico, abriéndolo de un chasquido y dejando una pequeña llama al descubierto, asercandola a sus labios y encender el cigarrillo. Inhaló ondo, conteniendo por un segundo y luego dejar escapar entre sus labios aquel humo que había llenado sus pulmones. Estaba inmerso en sus pensamientos hasta que un olor familiar llamó su atención. Se asercó a un mas a la orilla para ver hacia abajo, viendo una pequeña silueta corriendo hacia dentro del callejón, parecía apurada. Fue entonces que vio al otro sujeto que le acortaba los pasos rápidamente, y a juzgar de su expresión no parecían ser un par de tórtolos que buscaban un poco de privacidad. - Mmm.. mala jugada. - murmuro bajo su aliento al ver a la chica acorralada en aquel callejón. Aquel dulce y familiar aroma provenía de ella; sangre. Por un segundo sintió el ligero ardor en su garganta debido al instinto vampirico que el mismo poseía. Ladeo su mirar en vista de la ciudad; aquel evento no le incumbía, despues de todo solo se trataba de un vampiro tomando su cena. La pobre humana no tardaría en morir y el no tardaba en regresar a su turno. Mas fue el sonido de su voz, una voz que no se podía resistir en dirigir su mirar para ver a quien le pertenecía dicha melodía. - Al menos pelea como un hombre..- apenas se alcanzó a escuchar en un susurro debido a la dificultad que tenia la chica al tener las manos del sujeto apretando su garganta. Con aquel mirar tranquilo, el pelinegro mostró una media sonrisa. La chica tenia agallas. Estaba apunto de perder la vida por un monstruo y ella se preocupaba por tener una batalla justa y digna de si misma. A lo lejos se podía ver la torre del reloj de Nightbury, dando la hora a toda la gente del lugar. Nathan de un salto bajo dentro del callejón, cayendo con total facilidad y comodidad, mas provocando que el otro vampiro presente se distrajera al llamar su atención, ladeando su rostro un poco para ver a Nathan de reojo- Lárgate de aquí imbécil.- dijo - Esta es mía - mencionó mientras dirigía su mirada una vez mas a la chica, generando mas presión en el cuello de ella, escuchando como crujía levemente su cuello ante la presión. El pelinegro se mostraba totalmente tranquilo, como si lo que estuviera sucediendo justo ahora fuera de lo mas normal - Lo siento, no puedo hacerlo.. Tengo que sacar la basura... - dijo exhalando una vez mas el humo. El vampiro ladeo su rostro, notando evidentemente la incredulidad en su mirar - ¿No escuchaste lo que te dije? Largate. - Nathan inhalo por ultima vez el cigarrillo, disfrutando de lo poco que le quedaba para luego tirarlo al suelo, sabiendo lo que se avecinaba - Escucha.. - dijo mientras pisaba el cigarro que yacia en el piso para apagarlo, moviendo un poco su pie - No pienso perder otro empleo solo por un idiota que le gusta jugar con su comida.. - - HUH!? - el vampiro parecía ser de aquellos que no tenían mucha paciencia, pero tampoco lo era Nathan - Asi que ... - dijo haciendo un gesto con su cabeza, moviéndola hacia un lado, indicándole al vampiro que se moviera y se retirara. El vampiro sonrió, sin poder creer con lo que estaba lidiando - Eres un completo imbecil ¿lo sabes? - dijo mientras soltaba a la chica y se acercaba a el con total seguridad. Nathan termino de apagar el cigarrillo en el suelo, moviendo su pie hacia un lado para ver la colilla hecha trizas. En esos segundos el vampiro se acercaba y alzaba su puño para atacar a lo que creía era un loco mas- Lo se. - dijo con seguridad, alzando su vista y viendo el puño del vampiro acercarse hacia su mandíbula, pero sin antes esquivarlo al mover su cabeza y dejando que el puño se fuera de largo, aprovechando para depositar un fuerte puñetazo en el rostro del vampiro. Nathan estaba acostumbrado a estas cosas, estas pequeñas peleas sin sentido para los demas; pero era algo tan natural en la vida de Nathan, que no lo veía como algo de que preocuparse. El vampiro recupero su postura y una vez mas se aventó hacia el pelinegro, logrando golpearlo por fin. Nathan le tomo de su chaqueta para acercarlo y recibiera el puño que tenia dirigido hacia su rostro y despues hacia su abdomen, sacándole el aire al sujeto. Este dio unos pasos hacia atrás, teniendo sus manos sobre su estómago como si quisiera recuperarse, tosiendo un poco; mas no le dio el privilegio, pues antes de que se alejara del todo, con un movimiento rápido y ágil habia pateado su cabeza y lanzado al vampiro al suelo. Podía terminar esto mas rápidamente utilizando su habilidad con el metal, pero de cierta forma Nathan le agradaba utilizar su cuerpo y sentir el ligero ardor en sus nudillos. Se aserco al vampiro , agachándose para tomarlo de su camisa, alzarlo un poco y comenzar a golpear su rostro una y otra vez. Después de unos momentos, el vampiro estaba inconsciente mas no muerto. El pelinegro se levanto, observando por unos segundos al vampiro y despues voltear su cuerpo en dirección del fondo del callejón donde yacia la chica de cabellos oscuros. Camino hacia ella, pero su mirar no parecía estar en ella. Mas bien, cuando estuvo lo suficientemente cerca, a un metro para ser especifico, este se detuvo. Parecía verle desde arriba, como si viera algo mas que un perro perdido; pero sus ojos estaban fijos en ella, en esos ojos azules y cristalinos llenos de reto y seguridad a pesar de lo que habia sucedido. Dio un paso mas hacia en frente, teniendo su mirada fija en ella mientras se agachaba y dirigía esta vez su mirar a la bolsa de basura que yacia justo a un lado de ella, tomándolo con aquellas manos ensangrentadas por culpa del otro sujeto que no se habia ni siquiera dignado a limpiar. - Hazme un favor; la próxima vez que quieras jugar al ratón en el callejón, - mientras se alzaba una vez mas - hazlo en otro lugar - dijo, volviendo a tener sus miradas cruzadas, pues le había hecho perder el tiempo la chica, trayendo aquel sujeto.

Su propio orgullo no le dejaba perder la conciencia al momento de ser atacada, sin embargo debía admitir que la llegada del otro vampiro la había tomado por sorpresa... De eso sí que estaba segura, ya que había caído del cielo, de la nada... Y definitivamente no podía tratarse de un angel, al menos no en apariencia. La discusión entre ambos se le hizo algo más que irracional, pero no podía porestar mucha atención a sus palabras porque comenzaba a marearse al no ser capaz de mantener una respiración normal. Fue cuando el vampiro finalmente la soltó, dejándola caer al suelo sin más, que dio una bocanada de aire como si hubiera estado ahogandose en el mar.
Lo siguiente que supo fue que ambos estaban golpeandose entre ellos, no entendió si acaso peleaban por ver quién se la comía o sólo porque eran estúpidos, pero comprendió que aquel era el momento perfecto para huír. Lamentablemente apenas tenía control sobre su pierna que temblaba ahora mucho más que antes, con lo que simplemente acudió a realizar un torniquete sobre la herida con un pedazo de tela de su manga para evitar un poco el sangrado.
Se detuvo entonces en la pelea que llevaban acabo los hombres, donde ahora el ultimo vampiro en aparecer golpeaba en el rostro incansablemente al otro. Lyra no supo por qué pero él parecía disfrutar especialmente haber encontrado una pelea, aunque en realidad no tenía motivo aparente para entrometerse... Supuso que quizá le debía un agradecimiento, o algo similar. No hicieron falta más de unos minutos para que dejara inconsciente al primer vampiro y se acercara a ella. Innegablemente tenía un aura de peligro que hizo que la chica se pusiera en guardia automáticamente, después de todo no sabía cuáles eran sus intenciones y no dejaba de ser un vampiro frente a una persona sangrando. La chica llevo una mano hacia su espalda, donde escondía un cuchillo en la cintura de su pantalón, sólo por si acaso. -Hazme un favor, la próxima vez que quieras jugar al ratón en el callejón.. hazlo en otro lugar -el aroma a cigarrillo invadió rapidamente su olfato pero no fue eso lo que más llamó la atención de la chica, sino la frialdad en su mirada que era comparable a la suya propia. Sin embargo y contra todo pronóstico, Lyra rió. Seca y amargamente aunque con autentica gracia de la situación que le resultaba hilarante. Hizo un esfuerzo sobrehumano para ponerse de pie y le costó tanto que apenas lo logró sólo pudo apoyarse sobre la pared o seguramente volvería a caer. -Nadie creerá que el chico encargado de sacar la basura se deshizo de un vampiro por mi -esbozó una sarcástica sonrisa en sus labios pero no dirigida hacia él, ni siquiera sus palabras eran con intención de molestarlo, sino más bien como una burla a si misma. Ella, una de las mejores sapphires de la Organización, habia necesitado que la rescataran. Quizás por primera vez.
Salió de sus pensamientos dirigiendo finalmente su mirada aguamarina hacia los oscuros ojos del hombre frente a ella, donde se podía observar que el dolor era tan grande como su fortaleza. -Tendré en cuenta tu consejo, la próxima vez... -Asintió una sóla vez con la cabeza como si eso formara parte de cierta forma de un "gracias", aunque no era capaz de pronunciarlo, e intentó comenzar a caminar. Resultó inutil, su pierna parecía no funcionar, habia perdido demasiada sangre. No fue capaz de hacer más de dos pasos cuando acabó sosteniendose de los hombros del chico para no volver a caer, frunciendo los labios con molestia. -Voy a decirte una cosa... -volvió a hablar sin levantar sus ojos nuevamente. -Esta ha sido una noche muy larga, asi que o me matas rápido, o bien me ofreces una botella de vodka. Cualquiera de las opciones funcionara.

[ L Y R A ] - Callejón -

Planeaba dejar a la chica en paz despues de escucharla decir que la próxima vez lo intentaría, aunque al pelinegro no le sonaba del todo convincente aquello. Mas le tomo por sorpresa cuando sintio una pequeña mano hacer ligera presión sobre su hombro, por lo menos lo poco que pesaba la chica pues parecía no tener mas fuerzas; desvió su mirar hacia su pierna, donde provenía el olor a sangre con mayor fuerza. Olía delicioso, mas su expresión no cambio en absoluto. - Voy a decirte una cosa... - notó como la ojiazul fruncía sus labios y se veía claramente la molestia que le generaba estar dando tal escena. - Esta ha sido una noche muy larga, asi que o me matas rápido, o bien me ofreces una botella de vodka. Cualquiera de las opciones funcionará.- El pelinegro afilo su mirar por un segundo, mostrándose en la comisura de su labio una tenue curva al dejar escapar un pequeño bufido; la chica era mas que orgullosa. Lo había notado al tentar aquel otro vampiro cuando esta estaba claramente en desventaja, y ahora lo demostraba de la misma forma. - Parece que ademas de tu pierna, también hirieron tu orgullo, ¿huh?- dijo lo evidente, pensando que quizás aquello la molestaría aun mas. La vio de pies a cabeza, contemplándola por un segundo, o quizás contemplando la opción que le había brindado la chica. - Me imagino que no planeas vengarte con ese cuchillo en tu espalda .. - dijo viéndola con desinterés. - Seré lo suficientemente estupido como para meterme a una pelea ajena, pero no para llevar a una cita a una Sapphire.. - era mas que evidente que se trataba de una Sapphire: la habia confundido con una humana mas cuando estaba en la azotea, pero ahora de cerca podía ver la diferencia. Se aserco a ella con lentitud, acercando su rostro bastante al de ella, lo suficiente como para sentir su respiración en sus labios, mas solo para ladearlo ligeramente mientras sacaba despacio aquel cuchillo que portaba en su pantalón y volvía a tomar su espacio, ofreciéndole el cuchillo a la chica- Ningún humano iria cargando tantas armas.. - dijo para despues tirar el cuchillo en al suelo, manteniendo su mirar fijo en el de ella. - Quizás si dejas algunas... podría considerarlo.. - sobre el vodka o sobre matarla, no importaba mucho ¿no?

[ LIBRE ] - Azoteas en Nightbury -

Entró a la enorme casa sin mayor problema; era evidente que se trataba del hogar de un viejo acaudalado. Mas este viejo y gordo sujeto se encontraba muy adentro en la mafia, y daba la casualidad que tenia algo que Christina requería. Recorrio los pasillos con rapidez y de forma sigilosa hasta que encontró el despacho del hombre. Tenía que estar por aqui. Se aserco rápidamente a su escritorio para comenzar a buscar entre el papeleo que yacia encima del mismo, buscando un sobre que contenía valiosa información. Al revolver todo y no encontrar nada, dirigio su atención hacia los cajones, rápidamente inspeccionándolos, hasta que en el ultimo cajón logro escuchar un sonido hueco; Christina sonrió sutilmente. - Tienes que estar bromeando.. - Con un pequeño movimiento removió el fondo falso del cajón y encontró lo que buscaba. Lo tomo y se dirigió al ventanal en el mismo cuarto, dando un salto hacia afuera para perderse entre la oscuridad de la fría noche. No habia levantado sospechas ni alarmado a nadie, mas le fue suficiente unas cuantas calles, saltando de azotea en azotea mientras corría para perderse en la ciudad, para saber que aquello habia sido demasiado fácil. Había alguien mas tras dicha información tan valiosa,

-Parece que además de tu pierna también hirieron tu orgullo, ¿huh? -le oyó decir, haciendo que finalmente alzara la mirada. Podía concederle eso, no había que ser un adivino para reconocer uno de sus principales defectos. -Al menos mi pierna sanara rápido -esbozó media sonrisa sarcástica, aceptando la derrota.
-Me imagino que no planeas vengarte con ese cuchillo en tu espalda -y sus ojos se abrieron con cierto asombro. -Seré lo suficientemente estúpido para meterme en una pelea ajena pero no para llevar a una cita a una Sapphire -acabó diciendo él. La mirada de Lyra se suavizó, entrecerrando por un segundo sus ojos. -Disculpa, no pretendía ilusionarte -respondió sin pensar, pues una cita con un vampiro no era justamente una idea agradable para ella. En realidad le sorprendía estar teniendo una conversación con uno sin querer matarlo. Quizás su odio tenía límites, o era que éste vampiro en particular, no podía explicar por qué, pero lo sentía diferente. Había algo en el que le resultaba extrañamente familiar por más ridículo que pareciera aquello.
Entonces él se acercó a ella tanto, que claramente su espacio personal era obsoleto a esa altura y a él no parecía importarle en lo más mínimo. Sin embargo Lyra se tensó ligeramente, no le agradaba la cercanía que él había tomado. En realidad, no le agradaba la cercanía. Y por alguna razón se quedó inmovil contemplando cómo el buscaba detrás de su espalda hasta encontrar el cuchillo y arrojarlo al suelo. -Ningún humano iría cargando tantas armas. Quizás si dejas algunas.. podría considerarlo. -Lyra alzó una ceja ante aquello. -Quizás no has conocido a los humanos correctos -opinó alzando ambas cejas. -Aun así, en este estado no puedo hacerte ni cosquillas... y realmente necesito alcohol. -Trato de soltarse de él, acabando por apoyarse en unos tachos de basura que habia contra la pared, para alzar ambos brazos con las palmas hacia arriba, aunque manteniendose desafiante de todas formas -Pero si tienes miedo.. Adelante, busca mis otras armas.

[ L Y R A ] - Callejón -

- Quizás no has conocido a los humanos correctos - el pelinegro se limitó a observar a la chica con indiferencia, mas en la comisura de sus labios se mostro una tenue curva - huh... - fue su respuesta ante aquel comentario que le había parecido de cierta forma interesante. Quizás tenía razón. - Aun así, en este estado no puedo hacerte ni cosquillas... y realmente necesito alcohol.- observó como la chica trataba de recuperar su postura sin tomar mas prestada el apoyo de él, optando por unos tachos de basura. Esta alzo sus brazos, mostrando la palma de sus manos como si no tuviera nada que ocultar - Pero si tienes miedo.. Adelante, busca mis otras armas. - se limitó a observarla por unos segundos, como si la detallara con la mirada o tratara de ver mas allá de sus ojos. - Mas bien parece que no tuvieras nada mas que perder.. - dijo llegando a la conclusión , mas nunca despegando su mirada de la de ella. Después de analizarlo un segundo, el pelinegro cerro sus ojos y dejo escapar un leve quejido, casi como un suspiro - Bien, que mas da. - dijo sin darle mas vuelta al asunto. La chica prácticamente no podía moverse del todo, asi que un peligro no representaba mas que esa mirada tan penetrante que parecía tener, y eso no era algo que Nathan temiese. Abrió sus ojos nuevamente, viendo a la chica con el mirar desafiante. - Pero con tu condición no llegaremos nunca.. - dijo con indiferencia. - Y no tengo toda la noche.. - dijo mientras se acercaba a ella, para agacharse un poco y tomarla entre sus brazos, pasando uno de sus brazos sobre el dobles de sus piernas y el otro detras de su espalda, alzándola sin ninguna dificultad - Vamos. - de un salto, habia desaparecido de aquel sucio callejón, subiendo a las azoteas de aquellos largos edificios y moverse entre los techos; considerando aquella opcion la mejor para no llamar la atención y llegar mucho mas rápido a un pequeño bar. Debido a la brisa nocturna que novia los largos cabellos negros de ella, podía percibir aun mayor el aroma no solo de su sangre, sino el aroma que emanaba la chica, uno dulce. Bajo unos segundos su mirar para ver a la chica llena de orgullo; le causaba un poco de placer saber que lastimaba de cierta forma su orgullo al cargarla de este modo cual niña indefensa. Pero algo llamo su atención; en su cuello colgaba un pendiente. A penas era visible la mitad debido a que la ropa de esta lo cubría. No supo por que llamó su atención... como si lo hubiera visto en otra parte aquel pedazo apenas visible. Fijo su vista en ella sin que esta por un segundo; ¿quien era ella?. Fue entonces que bajo en una esquina de una de las azoteas, bajando a la chica de sus brazos, dandole la oportunidad de salvaguardar el poco de orgullo que le quedaba para entrar por su cuenta al bar. Comenzo a caminar en dirección al bar, volteando a ver a la chica después de unos metros - ¿Vienes? - preguntó. - O ¿acaso te agradó tanto que te cargara que prefieres que lo haga de nuevo? - se burlo con sarcasmo por un momento, manteniendo aquella tranquila expresión en su rostro, sabiendo bien que para un Sapphire, ser ayudado por un vampiro seria la pena mas grande seguramente.

[ LIBRE ] - Azoteas en Nightbury -

Sentía su presencia tan cercana que comenzaba de cierta forma a molestarle. - Eres demasiado persistente.. - dijo bajo su aliento, refiriéndose a aquel quien la seguía de cerca. Trataba de perderle el trazo, pero parecía ser alguien bastante familiar con estas persecuciones. Vampiro o Sapphire, comenzaba a ser una verdadera molestia. Christina sonrio levemente mientras sentía la fría brisa de la noche acariciar rostro; era bastante tiempo atrás que alguien lograba ponerse a su altura en este tipo de situaciones, recordando a una persona en particular por un segundo, mas obligandose a dejar atrás aquel recuerdo: ya no tenía permitido pensar mas en él nunca mas, no después de lo que había hecho. Mas fue su error el que la llevo a un lugar sin salida, provocando que aquel ser la alcanzara por su torpeza - Brillante.. - se reprendió a si misma. No volteo su cuerpo, mas sabía que se encontraba cerca - Sal de una vez... No me gusta que me sigan.. - dijo sin dignarse a voltear su cuerpo para ver de quien se trataba. Mas fue cuando escuchó su voz que ladeo ligeramente su rostro, como si intentara percibir el sonido de su voz mejor.

[ NATHAN ] - Bar -

El hombre pareció entrar en razón, considerando coherente la explicación de la chica y aquello le vino de maravillas puesto que aunque había parecido muy liberal al proponerle tomar sus armas, no había sido más que una provocación que no estaba segura de ser capaz de soportar realmente. Sin embargo, la sorpresa vino luego, cuando tomándola desprevenida él se acercó hasta ella alzandola en brazos. Lyra no pudo evitar soltar un leve quejido al ser levantada de sus piernas puesto que estaba muy sensible, pero además de eso se quedó atónita por su atrevimiento. Sus ojos flamearon por un momento por la imagen de debilidad que él quiso darle, aunque realmente no tenía nada que retrucarle, estaba en uno de sus peores momentos. Para su fortuna, la velocidad de un vampiro era extrema y no tardaron demasiado en descender nuevamente a tierra, terminando frente a un bar y siendo liberada finalmente de sus brazos. Lyra hizo el gesto como de limpiarse el traje con el ceño fruncido, como si aquel viaje hubiera sido no solo contra su voluntad sino algo que desaprobaba. Y simplemente no quería pensar en cuánto tiempo hacía que nadie la llevaba en brazos de esa forma.
-¿Vienes? O ¿acaso te agradó tanto que te cargara que prefieres que lo haga de nuevo? -la voz del chico la sacó de sus pensamientos, tomándola por sorpresa. Casi hubiera podido ruborizarse si su corazón no estuviera convertido en piedra. -Prefiero que no vuelvas a poner tus manos sobre mi. Gracias -respondió sin emoción aparente más que una claramente falsa condescendencia, mientras comenzaba a caminar a paso lento pero firme, levemente arrastrando su pierna herida. En realidad le estaba costando más trabajo que de costumbre mantener la dignidad aquella noche, pero a esa altura no es como si realmente importara. Aun así pasó junto al chico con aquel paso penoso, mientras abría la puerta del bar sin esperarlo. -Mh... Creí que estabas trabajando, no pareces ser alguien muy responsable -comentó más para si misma que como si estuviera manteniendo una conversación con él, como si fuera un dato que habia llamado su atención. -Los de tu clase no suelen ser muy comprometidos -aquello era una observación que le resultaba interesante puesto que era casi por completo lo contrario a si misma, se preguntaba si acaso sería una caracteristica de la especie. Después de todo no parecía tan malo haber dejado de hacer su trabajo para tener de cerca a un vampiro que no intentaba matar, quizás así podía aprender más de ellos que en una pelea. -Una botella de vodka para mi y mi compañero -pidió dirigiendose hacia el hombre detrás de la barra mientras tomaba asiento luego en la mesa más alejada de todas las demás. Usualmente no le molestaba sentarse en la barra pero aquella noche no estaba para fingir simpatías, lo bueno era que con un vampiro no hacía falta que lo hiciera.