Esta es la historia de un hombre feo, pero feo, feo de verdad, que dijo lo siguiente:
Cuando nací, el Doctor fué a la sala de espera y le dijo a mi padre: ¡"Hicimos lo que pudimos, pero salió...!"
Mi mamá no sabía si quedarse conmigo...o con la placenta...
Como era prematuro, me metieron en una incubadora con vidrios polarizados...
Mi madre nunca me dió el pecho porque decía que sólo me quería como amigo. Así que en vez de darme pecho, me daba la espalda...
Por eso es que debo haber quedado petiso...tan petiso que en lugar de ser enano, soy profundo...de pequeño iba por los cuarteles para que los guardias me gritaran: ¡ALTO! ¡ALTO!
Yo siempre fuí muy peludo. A mi madre siempre le preguntaban: "¡Señora...!..¿A su hijo lo parió...o lo tejió...?"
Mi padre llevaba en su cartera la foto del niño que ya venía en la cartera cuando la compró.
Una vez me perdí y le pregunté a un Policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres. El Agente me respondió: "¡No lo sé...hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido...!"
Y para colmo era muy flaco...tan flaco que un día metí los dedos en un enchufe...y la electricidad erró la patada...
Era realmente flaco...para hacer sombra tenía que pasar dos veces por el mismo lugar...
Pero mi problema no era ser flaco, sino ser FEO...mis padres tenían que atarme un trozo de carne al cuello para que el perro jugara conmigo...
Y si seré FEO, que un día me atropelló un auto...y quedé mejor...
Cuando me secuestraron (porque un día lo hicieron...), los secuestradores mandaron un dedo mío a mis padres para pedir recompensa....y mi padre les contestó que quería más pruebas...
Yo creo que no pagaron el rescate porque en casa éramos muy pobres. Pero eso si, a pesar de nuestra situación económica, éramos muy honrados. Mi padre era tan honrado, que un día encontró un trabajo...y lo devolvió....también era muy bestia, pobre...otro día le dieron un negocio para que lo pusiera en marcha...y lo chocó.....y otra vez lo llevaron a un campo para que aprendiera a tirar...tomó la escopeta, le apuntó al aire, disparó...y le erró....
Por eso tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una tienda de animales...y la gente no paraba de preguntarme cuánto costaba yo...
Un día me llamó una chica a casa y me dijo: "Ven a mi casa que no hay nadie"...y cuando llegué, no había nadie...
Me enganché con una mujer, a la que le gusta hablar mucho conmigo después del sexo...el otro día me llamó a casa desde un motel....
El siquíatra al que me llevaron me dijo que yo estaba loco; yo le respondí que quería oír una segunda opinión...entonces me dijo que además de loco, yo era muy feo....
Y ya cansado, una vez intenté suicidarme arrojándome desde el techo de un edificio de 50 pisos...enviaron un sacerdote para que me diese unas palabras de aliento...y las mismas fueron..."¡En sus marcas...listos...!"
Y para finalizar mi triste historia, les cuento que el último deseo de mi padre, antes de morir, fué que me sentase en sus rodillas...lo habían condenado a la silla eléctrica...
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