Las bacterias son organismos unicelulares que no están clasificados entre los animales ni entre las plantas, sino que pertenecen a un grupo separado llamados protistos. Los protistos constituyen un grupo de organismos de estructura sencilla, que llevan a cabo actividades complejas. Entre ellos tenemos: bacterias, algas verdiazules, flagelados, ciliados, rizópodos y esporozoarios.
Las bacterias constituyen un grupo algo especial entre los protistos. Vistas al microscopio generalmente aparecen como esferas o como bastones rectos o curvos. La longitud promedio de la célula bacteriana es aproximadamente 5 micras, así, una fila de 50 bacterias apenas equivaldría al diámetro del punto final de esta oración.
Las bacterias pueden clasificarse, atendiendo a su forma, en cocos (esféricas), bacilos (bastones rectos) y espirilos (bastones curvos). Otra forma de clasificar las bacterias es aerobia, las que necesitan aire para vivir, anaerobia, que no pueden vivir en presencia de aire y por último, aquella que indiferentemente pueden vivir con aire o sin éste.
También las bacterias se pueden dividir en dos grupos: Gram positivo (+) y Gram negativo (-). Esta división se basa en la capacidad de reacción de las bacterias frente al método de coloración, desarrollado por Christian Gram en 1884. Las que se tiñen con el colorante son Gram + y aquella que no toman el colorante son Gram -.
Hay más bacterias en nuestra boca que en la tierra, pero no todas las bacterias producen enfermedades, solamente el 1% de ellas, las demás bacterias tienen funciones útiles para la vida. Las bacterias son de vital importancia y útiles para la humanidad. Nos ayudan a digerir los alimentos. Se devoran los venenos que existen en el aire y el agua. Los científicos usan bacterias vivas para tratar problemas musculares y hasta para quitar arrugas. Producen los huecos en el queso suizo conocido como gruyere y le dan distintos sabores a los quesos.
Las bacterias son la forma de vida más antigua de la Tierra, sobreviven y prosperan en los ambientes más rigurosos, en manantiales, en pozos de ácido, en grietas de la tierra, sin luz, sin aire y en temperaturas hasta de 250°C..
Hace apenas 50 años que se inventó la penicilina y las bacterias están desenfrenadas otra vez. Se han vuelto inmunes a nuestros antibióticos lo que hace que enfermedades infecciosas como la tuberculosis que en una época se podían curar con tratamiento, ahora se hayan convertido otra vez en una amenaza mortal. Han evolucionado nuevas variedades como la E.coli y la extraña bacteria carnívora del grupo A de streptococus
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