Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

AYUDA-AMISTAD
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 Normas del Grupo 
 Plantas que sanan 
 Terapias Alternativas 
 Foro Consulta 
 Medicina y Salud 
 Reflexiones 
 Leyendas 
 Mundo Animal 
 Nuestras Recetas 
 Poemas 
 Música 
 Humor 
 Gifs y carteles 
 Capilla Virtual 
 ¡¡¡Vamos a estar en el Museo!!! 
 ¿Nos conocemos más? 
 Cumpleaños 
 Mensajes MPGrupos 
 Juegos 
 General 
 MICRO-CUENTOS 
 FIBROMIALGIA 
 
 
  Herramientas
 
Medicina y Salud: ANOREXIA
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Siondra  (Mensaje original) Enviado: 03/12/2009 16:20
De: Alias de MSN4704Paloma  (Mensaje original) Enviado: 16/05/2008 23:12
 

Anorexia en adolescentes:
Las 10 preguntas de los padres


La siquiatra argentina y experta en anorexia Mabel Bello, quien recorre Latinoamérica dando charlas sobre este mal, en sus viajes ha constatado que las jóvenes chilenas están cada vez más conscientes del tema. Sin embargo, nota con preocupación que los padres se están quedando atrás, por falta de información y miedo a ser estigmatizados. Aquí derriba mitos y contesta las cruciales preguntas que deben saber los padres: "La anorexia no es una enfermedad de la que se salga sola. Pero sí es más fácil cuando se cuenta con una buena compañía", advierte.

Magdalena Andrade N.

Tan sólo después de morir, la escolar viñamarina que falleció en septiembre de 2007 a causa de anorexia logró concitar la real atención de la comunidad que la rodeaba. Su entorno durante largos nueve meses la vio enflaquecer hasta los huesos y recluirse cada vez más en sí misma, pero fue su muerte la que, como suele suceder cada vez que se conoce uno de estos casos, terminó por encender la luz de alerta.

"Lamentablemente, en nuestras sociedades las muertes crean conciencia por poco tiempo", advierte de entrada la argentina Mabel Bello, siquiatra y experta en anorexia, fundadora en su país de Aluba -Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia-, organización que lleva más de dos décadas trabajando con niñas y adolescentes enfermas o en riesgo de estarlo. Conoce la realidad de esta enfermedad no sólo en Argentina, sino en el resto de América Latina, que ha recorrido dando charlas sobre el tema, en colegios y organizaciones.

También la de Chile, donde ha visitado colegios y conversado con padres, profesores y alumnos. Su diagnóstico no es halagüeño: "Mi impresión es que evidentemente hay muy poca prevención. En todas las sociedades latinoamericanas, y en todas las clases sociales, hay un afán de ser muy flaca. Es un factor cultural muy fuerte, y poco se hace por advertir a las chicas de que la anorexia puede tener consecuencias graves, como la muerte".

En su paso por colegios santiaguinos, le llamó la atención la preocupación de las escolares por saber más de la enfermedad. "Estaban ávidas de escuchar qué sucede, cómo una estudiante puede ayudar a otra, cómo romper la falsa idea de que hay que ser fiel a la compañera enferma y no avisar a sus padres o profesores". Encontró mucha más apertura en las niñas, pero no así en los padres que asistieron a las charlas con ellas: "Les daba miedo preguntar por temor a tener un problema en la familia, a ser estigmatizados. Puedo decir que escucharon con atención, pero no se atrevieron a individualizar sus preguntas. Las chicas, en cambio, preguntaron todo".

En la actualidad, las cifras hablan por sí solas: dentro del sistema escolar, entre el 15% y el 20% de las niñas presentan trastornos alimentarios, y el 90% de quienes sufren de anorexia están entre los 15 y 25 años. De ahí que la doctora Bello se preocupe por este aparente distanciamiento de los padres de la enfermedad, lo que alimenta su desconocimiento del tema y les impide actuar a tiempo cuando el mal afecta a algún miembro de la familia. Por eso, cree que es necesario que la información comience a dirigirse específicamente a ellos, a resolver sus dudas y a aclarar sus mitos. "Detrás de la anorexia no sólo está el dejar de comer, querer ser flaca y obedecer al modelo de belleza que imponen los medios de comunicación, sino más allá. Ahí hay miedo a vivir, a crecer, a las responsabilidades. Estas chicas son muy inestables en sus cambios, y cuando les está cambiando el cuerpo sienten mucha angustia y buscan, erróneamente, un modelo para sentirse seguras".

-¿Puede darle anorexia a mi hija si una compañera de curso la sufre?
Hoy en día, comenta la doctora Mabel Bello, casi todas las adolescentes recurren a una dieta para adelgazar, "pero todas terminan olvidándose de su régimen al mediodía. Es importante que los padres sepan que si la enfermedad sólo se desencadenara por factores ambientales -como la enfermedad de niñas de su grupo, o la presión cultural por ser delgada- podría enfermarse el 100% de las niñas. Para que una niña se enferme debe tener una predisposición genética, o alguna enfermedad asociada como una depresión o un trastorno bipolar, y por lo tanto hay que estar doblemente atentos".

-¿Qué tanto influye el ambiente en el desencadenamiento del mal?
En las adolescentes con predisposición genética, la presión social y la autoestima baja aumentan el número de afectadas por anorexia, y cada vez en mayor cantidad, explica la especialista. "Son todas chicas con un discurso típico: Yo tenía dos o tres kilos de más. Eso me dio vergüenza y pensé que si me volvía más flaca me iban a aceptar más... Siempre hay un gatillante, como la opinión de los demás y la concepción de que las personas flacas tienen más éxito. También juega un rol importante el mundo de las imágenes, sobre todo pensando en que estas chicas miran mucha televisión, revistas, que muestran una realidad que no se ajusta muchas veces a la de ellas".

-¿Hay algún signo durante la niñez que advierta que mi hija podría sufrir este trastorno?
"La anorexia es un miedo que está desde el nacimiento y habla de personalidades poco aptas a los cambios, que sufren en la adolescencia", advierte la doctora Bello. Y en ese sentido, pone énfasis en un trastorno que aparece en los primeros años de vida, y que habla de niñas con personalidad susceptible a sufrir de anorexia: "Hay una patología que se llama Síndrome de especialización en la comida, y que se reconoce en los chicos que sólo comen un par de alimentos: chocolates y ñoquis, por ejemplo, caprichosamente.

También tienen otra característica: se relacionan nada más que con un par de personas: papá y abuelita, mamá y abuelita, mamá y nada. Eso nos muestra que congénitamente tienen dificultad para adaptarse a cosas nuevas. Su tratamiento implica inducir, a través de los padres, a aceptar alimentación nueva, y vínculos nuevos, porque las dos cosas coexisten. Si la persona no puede soportar alimentos nuevos, tampoco tendrá experiencias nuevas. Esos mismos síntomas son los que después se dan en la anorexia: primero cortan vínculos con los demás, y luego comienzan a relacionarse con su cuerpo de manera anómala".

-¿Cómo es la personalidad de las jóvenes susceptibles de padecerla?
La mayor parte de ellas, dice la doctora Bello, son chicas dependientes de la opinión ajena, y por eso buscan patrones físicos que, piensan ellas, les servirán para ser aprobadas dentro de la sociedad. Así era el perfil, por ejemplo, de la alumna viñamarina víctima de anorexia: excelente alumna, bonita y amistosa, pero acomplejada por un par de kilos de más. Este año, cuando llegó más delgada luego de comenzar una dieta durante las vacaciones de verano, profesores y alumnos la felicitaron por lo bien que se veía más delgada. Ella se sintió feliz, pero luego esa aceptación se le hizo insuficiente y buscó seguir bajando más y más de peso. "Son perfeccionistas, obsesivo-compulsivas, muy autoexigentes y necesitan muchísimo agradar", define la especialista.

-¿A qué posibles síntomas deben estar atentos los padres?
"Si tienen una niña demasiado perfeccionista, inclinada a dejar de lado lo social e imbuirse mucho, por ejemplo, en el éxito académico, los padres deben estar muy atentos. Porque, como repito, la anorexia es una enfermedad que va mucho más allá de sólo dejar de comer", dice Mabel Bello. "Si tenemos una chica con emociones que suben y bajan, también hay que hacer algo por estabilizarla para que no termine con una conducta impulsiva".

-¿Cuáles son los errores que cometen los padres cuando abordan este tema?
"Pensar que la anorexia es un problema que se maneja controlándoles las comidas", sostiene tajante la siquiatra. La estrategia, advierte, no pasa por poner el acento sólo en la alimentación, en lo que las niñas comieron o dejaron de comer. "Otra cosa que es un error grave es hacer de la comida un objeto de culpa, como ciertas mamás que les dan de comer a sus niñitas poca comida para que no se conviertan en bulímicas. Cuando las mamás asocian con sus hijas la comida a estas enfermedades, las chicas comen con culpa y eso puede ser el desencadenante de la conducta. Hay que tener en cuenta que jamás hay que decirle a una niña que con dos kilos menos se vería mejor, sobre todo pensando en que a esa edad están en pleno período de desarrollo".

-¿Cuál es la responsabilidad de los padres en que se gatille la anorexia?
La especialista es enfática en recalcar que la enfermedad está determinada por un marcador genético, y que una niña susceptible siempre tendrá más posibilidades de enfermar que una que no lo es. Sin embargo, enfermedades dentro de la familia asociadas a alcoholismo, drogadicción y trastornos bipolares pueden ayudar a que la enfermedad se desencadene. "Aquí quiero dar un mensaje muy importante: los padres no son culpables de que su hija enferme, aunque sí tienen la responsabilidad de que ella se recupere y salga adelante".

-¿Es buena estrategia lo que hacen los colegios, de cerrar los baños en hora de clases o prohibir botellas de agua?
Puede ser que estas medidas aplaquen algún síntoma, "pero eso no significa curar la enfermedad. Para hacerlo se necesita cambiar la óptica con la que se enfrenta esta patología, y hacer madurar a la chica. Las medidas preventivas no están mal, es bueno que se vigile a las chicas durante la hora de la comida, pero más importante es poner ojo a aquella que se aísla de los profesores, de sus compañeros, porque lo primero que hacen es recluirse en sí mismas".

-¿Qué pueden hacer los padres para evitar esta enfermedad en sus hijas?
"Lo más importante es instalar el tema dentro de los ámbitos de conversación de los padres con sus hijas. Hay que hablar desde chicas con ellas sobre la anorexia, pero no metiendo la comida de por medio, sino que explicándoles en qué consiste y las consecuencias nefastas que puede traer".

-¿Es una enfermedad de la cual uno se puede recuperar por completo?
"En mis más de 20 años de experiencia en el tema tenemos generaciones de personas que recuperan su peso normal y después se someten a una terapia donde les enseñan a vivir, a estar en equilibrio con ellas mismas. El comunicar y dominar sus emociones, no verse invadida por ellas y tener un proyecto de vida es su principal vía hacia la recuperación. Tenemos muchísimos ejemplos de mujeres que terminan en su ceremonia de alta diciendo: entré sin querer vivir, sin esperanza, y ahora estoy terminando mi carrera universitaria, soy feliz, domino mi vida. Eso sí, estas chicas necesitan un equipo que las ayude a través del tiempo, y también la colaboración de la familia, porque sólo de esa forma podrán fortalecer su autoestima. La anorexia no es una enfermedad de la que se salga sola y puede llevar a la muerte. Pero sí es más fácil salir de ella cuando se encuentra una buena compañía".



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados