TRITON Y LA NINFA LUNA
Sucedió hace mucho, mucho tiempo, en lo que hoy es la isla de Rodas, bañada por el mar Egeo. Aquella era la morada de la ninfa Luna, bella y dulce, musa de poetas y artistas, habitante de un pueblo en el que todos la admiraban sin saber que les quedaba poco tiempo para disfrutar de su compania.
Un dia pasó por alli Tritón, rey de las aguas. Sus ojos eran de un azul intenso, como el mar que dominaba, su pelo negro, rizos que se enroscaban recordando los que se forman en la espuma del mar. Y quiso el destino, la historia o quien sabe, que sus ojos repararan en Luna, la ninfa de palidez destacada y rasgos limpios, suaves, quedando cegado por su belleza como tantos otros en el pasado habian quedado. Sin embargo, mientras otros enamorados habian aprovechado la fuerza con que Luna les habia impactado para crear canciones, cuadros, historias, para extender su pasion a otros... Triton no sabia quererla asi. Pensaba en ella dia y noche, la adoraba, la espiaba cuando era posible, imaginaba su voz, el sabor de sus besos, y todo se volvia ira cuando pensaba que otros tambien disfrutaban mirandola y pensando en ella.
Un dia, convencido de que lo que hacia falta que ella le conociera para que quedase prendada de él, se acercó... Pero pocas veces las cosas son tal como las imaginamos, y cuando llegó hasta ella alguien lo había hecho antes, robando el corazon de su bella ninfa Luna. Su nombre era Helios, dios del sol, aquel que iluminaba el mundo... y sumio el corazon de Triton en la mas profunda de las tinieblas. Sus esperanzas, desvanecidas, sus sueños, perdidos, sus deseos, burlados. La ira empezó a crecer en su interior, los celos le atormentaron en noches oscuras y la locura se fue haciendo un espacio en su mente cada vez mayor. Llegó un punto en que la tortura que sufria cada noche se le hizo insoportable, y la cordura fue reducida a un pequeno rincon, casi olvidada. Y una de esas noches de rabia y dolor enloquecidos, Triton se dirigió hacia la morada de su amada Luna y empuñando una espada la mató de un certero golpe.
Cuando se apagó la rabia, se vio Triton ante el cuerpo muerto de su sueño. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que habia hecho, y de como al darle muerte a ella se habia matado a sí mismo... pues cuando no quedan sueños, no queda vida, y Luna se había convertido en su único sueño. Asqueado de sí mismo, se retiró de nuevo a las aguas, su antiguo dominio, y nunca mas se aventuró en el territorio de los demas seres.
El alma de Luna, a su muerte, subió a los cielos (tal vez fueron los dioses que quisieron situarla en lo alto, a la mayor distancia posible del mar en el que Triton se habia refugiado), y una forma redonda apareció en la noche, palida como habia sido ella en vida. Su reflejo caeria muchas veces sobre el mar, para que Triton no olvidara el resultado de su ira descontrolada, viendo cada noche el rostro inerte de su amada en el espejo de las aguas. Y Triton, segun fue pasando tiempo y tiempo en las aguas, sin salir, fue siendo parte de ellas, hasta que al dia de hoy se cree que son ya la misma cosa... y que cuando las olas rugen furiosas y chocan contra los acantilados una y otra vez, no es otra cosa que su furia al recordar eternamente que mató a su amada Luna, incapaz de perdonarse. |