EL AMOR Y EL INTERÉS
Sentía envidia y pesar
una niña que veía
que su abuela se ponía
en la garganta un collar.
"¡Necia! -la abuela exclamó-,
¿por qué me envidias así?
Este collar irá a ti
después que me muera yo!"
Mas la niña, que aún no vela
con la ficción la codicia,
le pregunta sin malicia:
"Y ¿morirás ponto, abuela?"
Ramón de Campoamor