Miércoles 29 de Julio de 2009
ANSA
Roma.- Los rayos ultravioletas de las lámparas bronceadoras, hasta ahora clasificadas como "probablemente cancerígenas", desde hoy se convierten en "cancerígenas", según estableció la agencia para la investigación del cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Un grupo de 20 expertos, provenientes de nueve países, examinó los estudios que llevaron a la decisión de elevar el grado de riesgo de camas y cabinas bronceadoras.
Las conclusiones de los científicos serán publicadas en el número de agosto de la revista médica Lancet Oncology.
En 1992 los rayos solares ultravioletas (de tipo A, B Y C), así como los artificiales de las lámparas y de las camas solares, se encontraban en el "nivel 2" de la clasificación de la agencia de la OMS para la investigación del cáncer. Pero hoy sus expertos la elevaron al "nivel 1", es decir el umbral del máximo riesgo.
"Una investigación estableció que la exposición a los rayos UV artificiales, antes de 30 años, aumenta el 75% el riesgo de melanoma, la forma más agresiva de cáncer de piel", según las conclusiones del organismo, que explica que la utilización de instrumentos de broceado artificial está muy difundida, sobre todo entre las jóvenes mujeres.
Además, continuaron los expertos, "diferentes estudios demostraron la relación entre bronceado artificial y el melanoma ocular".
El reporte del IARC (Agencia Internacional de Investigación del Cáncer) llegó después de que científicos de nueve países se reunieran en junio para revaluar los riesgo de cáncer que generan distintos tipo de radiación. La radiación solar es la principal fuente de exposición humana a los rayos ultravioletas (UV).
El IARC publica desde 1971 una serie de "Monografías sobre la Evaluación de los Riesgos Cancerígenos para los Humanos", también conocidas como enciclopedia de la OMS sobre cancerígenos, donde ubica a los agentes peligrosos en grupos del 1 al 4.
El grupo 1, donde ahora se encuentran las camas solares, también incluye el asbesto, el arsénico y los productos del tabaco.
La OMS ha establecido que no recomienda el uso de dispositivos de bronceado UV para fines cosméticos. Esas camas actualmente se fabrican con mayores niveles de UVB para imitar al sol y acelerar el proceso de bronceado.
Algunos países y estados de Estados Unidos regulan esa industria multimillonaria, a veces prohibiendo el uso de estos dispositivos a los adolescentes o requiriendo el consentimiento de los padres o del médico.
También suele estar ordenado en algunos lugares que se indique el peligro que implica la exposición para la salud.