Considera a todas las cosas con mente abierta.
Ignora los defectos de otros.
Sé noble y abierto en cuanto hagas.
Evita las charlas inútiles y el chisme.
No dejes que tu mente permanezca en cosas pequeñas.
Da, da y da.
Irradia tus pensamientos de amor y de buena voluntad.
Perdona a tu prójimo.
Bendice al hombre que te injuria.
Comparte lo que tienes con todos.
Disemina el conocimiento espiritual.
Utiliza los bienes materiales, el conocimiento y la sabiduría espiritual que poseas como un don divino que te ha confiado Él.
Sé liberal cuando des.
Ten un corazón amplio.
No seas miserable.
Deléitate con las alegrías de otros y en hacer felices a otros. La generosidad es una virtud hermana de la caridad.
Es la culminación de la caridad, la magnanimidad y la nobleza.
Sé puro de corazón.
Elimina la lujuria, la cólera, la avaricia
y otras malas cualidades.
Sé puro en tus pensamientos.
No dejes que entren en tu mente malos pensamientos.
Piensa siempre en Dios.
Piensa en el bienestar de todos.
Sé puro en tus palabras.
Nunca pronuncies palabras vulgares o groseras.
Sé puro también con tu cuerpo.
Mantenlo limpio.
Mantén tus ropas y tus alrededores limpios.
Observa las normas de higiene física, mental, moral y espiritual.
Autor desconocido