ENCADENADA
Matutino amor; rosa temprana de bellos boreales esplendores, alba primaveral en que las flores bordan de eternidades la mañana.
Y ellas en su belleza tan lozana, en su vergel de alegres surtidores, comparten con los pardos ruiseñores esa magia tan santa del nirvana.
Yo así compartiría junto a mi amada el luminoso rayo diamantino que Febo nos regala en primavera,
Y en la dicha sin fin, encadenada tú estarías por siempre a mi destino, y presa en la ilusión más verdadera.
D/A
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