ALEJA EL ESTRÉS
Simplemente respira hondo y mira la vida de otra manera y ahuyentarás el fantasma del estrés.
El ritmo que nos impusimos de vida, tanto laboral cuanto de placeres personales, no nos permite normalmente disfrutar la vida tal cual es.
Hoy tómate un tiempo para ti mismo.
Camina en un parque o en alguna parte en contacto con la naturaleza y respira muy hondo.
Revisa tu propósito de vida, contabiliza los valores que vives y recuérdate a ti mismo del futuro que te espera.
Y verás que no solamente relajarás, sino que encontrarás una nueva motivación para vivir plenamente.
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