Si la soledad fuera sólo las lágrimas que lloro, los poemas escritos y tirados porque no sirven. Las letras muertas. La comida fría y la ropa sucia. La cama destendida y todas las paredes llenas de fotografías que esperan llenar un espacio.
Si la soledad tuviera sinónimos...
Si sólo padeciéramos de vicios y de insomnios que nos van matando la carne. Si fuera sólo las ventanas llenas de aliento propio. Si fuera sólo eso. Si fuera sólo leer y leer y leer... encerrarte en un cuarto con paredes blancas para soportar los golpes de los fantasmas.
Si la soledad fuera un barranco, una caída libre, un corte de tajo, unos ojos lastimados. El cuerpo desnudo y cortado. Si sólo fuera la carencia voluntaria o involuntaria de compañía. Un lugar desierto, una tierra no habitada. La desolación.
Si la soledad fuera sólo un rincón que no se ocupó con amor. Si fuera sólo eso. Pero no. La soledad no es otra cosa que aprender a vivir con uno mismo y es cuando duele tanto estar solo.