EL ARTE DE CALLAR
Permite que la ideas circulen, sin que salgan al exterior.
Espera una señal de alerta.
Economiza las palabras... no todos los interrogantes necesitan una respuesta.
La solución no siempre llega al abrir la boca.
Conservemos en nuestro interior una dosis de lo que se piensa...
Debemos entender que la palabra jamás logrará ser tan rápida como el cerebro...
También se puede hablar con los gestos y el silencio...
a veces grita.
Se guarda silencio por pudor, por respeto, por dolor.
Se guarda silencio cuando el dolor es incapaz de convertirse en llanto.
Callar para escuchar...
Callar para mirar...
Callar para aprender...
Callar para comprender que el silencio es el antifaz
de los sonidos más hermosos...
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