Cada año aumenta la demanda de las
Cada año aumenta la demanda de las intervenciones quirúrgicas estéticas para corregir las denominadas “alas de murciélago” que se producen en la parte interna de brazos y muslos. La idea es acabar de golpe con esa inoportuna flacidez.
El doctor Carlos Cano, cirujano plástico de la Clínica Sveltia de Barcelona, sabe que este problema físico es uno de los que más acompleja a las mujeres de edad y en su quirófano se esfuerza para que desaparezca el exceso de piel y grasa en la parte interna superior de sus brazos y de sus muslos. También atiende a jovencitas con este problema constitucional o a mujeres operadas de obesidad mórbida.
EJERCICIO
“Estas alas de murciélago delatoras de la edad de las mujeres, que aumentan también tras una dieta de adelgazamiento, son muy difíciles de resolver con el ejercicio físico convencional y atacan menos al sexo masculino, porque por razones biológicas y ambientales tienen mucho más desarrollados sus bíceps y sus tríceps”, asegura este cirujano, uno de los mejores especialistas en este tipo de intervenciones.
Este lifting de última generación se consigue primero con una liposucción para eliminar volumen y continuar “con una incisión que va desde el codo hasta la axila para eliminar así toda la piel que cuelga y dejar un brazo proporcionado; si sobra poca piel, se puede hacer una incisión única en la axila, que quedará totalmente disimulada, ya que ésta no es una cirugía exhibicionista”, asegura el especialista.
Para la parte interior de los muslos alterados estéticamente y con problemas de roces, sudores, úlceras e incluso hongos, se suele hacer primero una liposucción para disminuir el volumen y, a continuación, un estiramiento “cuya cicatriz puede quedar en la parte de la ingle, de delante hacia atrás, y no se ve con la ropa interior”, subraya este cirujano plástico.
CICATRIZ
El doctor Cano no oculta que, en casos extremos, la cicatriz dejará una línea blanca entre el codo y la axila o en la parte interna del muslo, cuando se tienen que arreglar toda la pierna o todo el brazo hasta el codo “porque con esta operación se realiza también un tratamiento de salud y no sólo estético, como el de mujeres operadas de obesidad mórbida que pierden hasta sesenta kilos". “La grasa se pierde, pero la piel cuelga”, enfatiza Carlos Cano.
Esta intervención, que se efectúa en un quirófano con un precio que fluctúa entre los 3.500 y los 5.800 euros (2.603.072 y los 4.313.662 pesos) para estiramiento de brazos o de muslos, tienen el inconveniente de un “postoperatorio largo, de dos semanas de reposo total en casa para los muslos y una semana para los brazos, con una faja en ambos casos para que todo vuelva a su lugar".
“Hasta hace pocos años, esta flacidez se asumía como una característica propia de los años, pero ahora se contempla como una delatora de la edad y quienes tienen medios, tratan de eliminarla”, constata este especialista.