Todos sabemos que
no importa el temporal
que se avecina,
el sol sigue brillando.
No importa cuántas veces dejamos
de ver sus rayos, pues
el sol volverá a aparecer otro día
para brillar con más fulgor.
Se necesita determinación
para sobrevivir los nubarrones
que a veces oscurecen tu vida,
y paciencia para seguir brillando
sin importar lo que se viene encima.
Pero a la larga ese esfuerzo merece la pena.
Uno de estos días,
cuando menos lo esperes,
superarás todas tus dificultades,
porque tú y el sol
tienen mucho en común:
ambos van a seguir brillando
a pesar de todo.