Vivir el Futuro
Vemos por todas partes, y aún mucho más en
mensajes por televisión e internet frases
que nos parecen corrientes y obvias dando
un mensaje que parecería lógico para el
tiempo en el que vivimos, sin embargo,
si uno se pone a reflexionar un poco,
nos encontramos con una realidad diferente
que la visión interior nos
devuelve con renovado pensamiento.
"Vivir el presente", "vivir el hoy",
"adonde quiero llegar hoy",
y muchas otras de similar estilo nos señalan
el camino en el cual debemos agotar el presente,
de consumir lo que tenemos para invertirlo
en un goce único en el tiempo para convertirse
en una sensación que nos anuda
a una repetición continua.
Es correcto vivir y gozar del pleno día,
de la plenitud del presente,
pero también es correcto vivir el futuro.
Ampliar nuestras expectativas a través de
los proyectos y planes para el mañana,
para la vida que viviremos de ahora en adelante.
Consumir todas nuestras fuerzas tan sólo
en vivir el presente,
es cerrarse a la posibilidad maravillosa
que el ser humano siempre ha tenido
de trascender sus propios momentos.
Nuestras sociedades consumistas nos
impulsan a cada momento al tener,
al ser ahora, no después, no mañana,
¡ahora! y en ese llamado imperativo
se agotan las instancias de ver el futuro,
de soñar con un porvenir.
Es importante pensar en el mañana,
construir desde las ilusiones el mundo
en que queremos vivir,
pues de ese mundo que proyectamos
también nos alimentaremos y
tendremos la posibilidad de ser otra vez felices.
No solo existe el presente,
también existe un pasado sobre
el que nos cimentamos y
existe un futuro que nace en nuestros sueños.
Los adolescentes son quienes mejor
deben aprender a vivir en el futuro,
no solo el presente que los agota y
los ciñe a una felicidad momentánea,
deben aprender a proyectar sus ilusiones,
sus planes, sus ideas,
porque no solo de presente se vive,
también el futuro alimenta
nuestros corazones, sino
¿qué sería de un mundo al que se
le agotaron todas las mañanas?