Reflexión:
A veces ocurren cosas en nuestra vida que parecen desagradables,
sin sentido ni plan y hasta nos parece que más nos hunden; pero
si esperamos y tenemos confianza en Dios nos daremos cuenta
de que cada prueba, es como una piedra arrojada sobre las aguas
de nuestra vida, que nos trae más cerca de nuestro objetivo.
La vida podríamos verla como un laberinto con muchos caminos por
tomar, en el camino que elijamos podemos estrellarnos contra las
paredes cuando las circunstancias son difíciles, pero por qué
angustiarnos, preocuparnos o renegar de los problemas, tomemos
una actitud positiva...... ¡ Qué ! .......¿ es difícil? ¡ claro que lo es !
Pero obviamente no construiremos nuestra pirámide en veinticuatro
horas, debemos perseverar, porque ni el talento ni la suerte ni las
buenas relaciones interpersonales ni las buenas posiciones, nos pueden
ayudar sólo perseverando podemos alcanzar nuestras metas.
Autor desconocido