Definitivamente los problemas, obstáculos y adversidades son la oportunidad que nos brinda Dios para aprender, crecer y adquirir una gran fortaleza, así que no hay que desperdiciar ni hacer a un lado las enseñanzas que nos dejan, pues nos serán de mucha utilidad en lo que nos quede de vida para convertirnos en mejores seres humanos, pues quejarse no sirve de nada, desgastamos energía y cansamos a los que nos rodean, lo cual puede desembocar en una terrible soledad y amargura, así que, ¡ánimo!, la vida es bella, así como una rosa tiene espinas y nos podemos lastimar al tocarla, también la vida, nos puede presentar contratiempos, pero de que es bella y vale la pena, de eso no hay duda. Besos y feliz miércoles.