En el mundo de hoy, la pureza es tan importante cuanto es el rocío al desierto.
Los individuos se miran mutuamente con desconfianza.
Hay falta de respeto y amor fraterno.
No hay suficiente tolerancia para tratarse unos con los otros, admitir y aceptar sus diferentes puntos de vista.
La causa raíz para todo esto es la falta de pureza.
Pues, con pureza, hay inocencia y, junto con esto, hay confianza.
La pureza trae la humildad, que permite que yo respete al prójimo y lo ame de manera integral.