Entender de donde viene la ‘genialidad’ de un ser humano es una cuestión que ha llevado a las más diferentes teorías. Una de ellas fue descripta por Denis Diderdt (entre 1751 y 1772) en sus ‘Obras Completas’. Ésta teoría parte de que la capacidad de ser genio es innata, que no se aprende sino que se nace con ella.
Genialidad
El autor descarta la idea de que la genialidad sea producto de la imaginación, de la grandeza del espíritu, de la sensibilidad o del buen gusto. Él asegura que entre otras cosas la genialidad se manifiesta en personas con gran capacidad de observación, no es sólo mirar sino observar para instruirse, comprender sin la necesidad de estudiar.
Cuando uno recuerda los genios de la humanidad le surge la falsa idea de que todos fueron precoces, como pasó con Mozart (que podía componer a los 6 años de edad) o Goeth (que a una edad similar podía hablar varios idiomas), pero la gran parte de ellos descubrió su potencial al llegar a una edad adulta.
En la antigüedad, la genialidad estaba asociada a la capacidad de crear y se creía que esta capacidad tenía una inspiración divina. Platón aseguraba que el genio no seguía las reglas sino que creaba nuevos rumbos a seguir.
Kant, por su parte, en el año 1790 en su ‘Critica del Juicio’ asoció la genialidad con un regalo que la naturaleza le brinda al artista para crear bellos objetos; “no imitan a nadie, producen y crean objetos por medio de su imaginación o mente”.
Aristóteles también se ocupó del tema diciendo que los genios cuentan con una ‘enfermedad’ que los hacen tener cierta tendencia melancólica (melancolía tomada como una excepcionalidad propia de los seres superiores). Edgar Allan Poe adhiere a esta opinión enunciando por su parte que: “el genio es pariente próximo de la locura”.
Ya en el siglo XVIII se pensó en la genialidad no como la capacidad de crear en lo artístico sino en ciencias, filosofía, política. En esta época Hegel hace una clara diferencia entre la genialidad y el talento, si bien a ambos los considera dones de la naturaleza declara que la genialidad es una inspiración y los talentos son la capacidad de desarrollar alguna actividad.
Darwin en el siglo XIX puso en el tapete la transmisión genética de las capacidades intelectuales de los hombres. Su teoría fue refutada años más tarde por el criminólogo Lombroso quien defiende a la genialidad como una característica de carácter biológico derivado de la epilepsia.
Todos los estudios que se fueron realizando durante los diferentes siglos han permitido que en la actualidad se pueda estudiar la genialidad desde la neurobiología. Disciplina que alega que la dinámica de nuestro cerebro está basada en los muchos contactos distribuidos entre elementos gliosinapticos locales y a distancia, por lo cual depende de características de las membranas celulares y neuroquimicas múltiples. Estos procesos además de ser dinámicos son transitorios.
Por todos estos motivos que te hemos explicado, hoy por hoy, se cree que la genialidad deriva de un comportamiento cognitivo y emocional dado.
Fuente: Revista Muy Interesante – Número 278
Imagen: miguelarribas.com