LA ALEGRÍA
La alegría es contagiosa, cerca de una persona alegre
no es posible conversar sobre el fin del mundo,
no es posible hundirse en lamentos
sobre las condiciones de este mundo.
La persona alegre no cierra los ojos
frente a la situación concreta de este mundo,
no reprime lo oscuro, pero lo ve todo desde otra perspectiva,
por cierto desde una perspectiva del espíritu
que también mira a través de la oscuridad
hasta dar con el fondo luminoso de Dios.
Anselm Grûn