Muy a menudo, las personas hacéis propósitos, os comprometéis a algo o con alguien. Yo, tu Ordenador, no soy capaz de nada de esto. Funciono rutinariamente, sin sentido, con terquedad y obstinación, sin capacidad de rectificar. No puedo tomar decisiones por mi mismo. Estamos en lo de siempre. Vosotros sois personas y yo no.
Es maravillosa la capacidad vuestra para hacer propósitos con vistas a mejorar, para adquirir compromisos, para tomar decisiones; pero todo esto quedaría en humo, si no hubiera constancia. Serían destellos fugaces de ese sublime don que es el querer y el entender.
La constancia más elemental es mantenernos firmes en nuestras decisiones. Pero que sea una decisión buena, porque, si es mala, lo razonable es desecharla.
¿Seguimos dando m s detalles?
Persona constante es la que pone en práctica todo lo que sea necesario para llevar a cabo lo que ha decidido.
En la constancia hay que distinguir:
- La decisión tomada.
- Los medios para llevarla a cabo.
Es fácil tomar decisiones.
Lo difícil es cumplirlas. Nos cansamos. Surgen dificultades imprevistas. Se nos apaga la primera ilusión. Nos desalientan las metas a largo plazo. Todos estos son los enemigos de la constancia: unos están dentro de nosotros y otros nos acosan desde fuera.
Para empezar a vivir esta virtud, hay que tener en cuenta estas dificultades. No te tienes que sorprender de ellas. Conociéndolas, las podrás combatir mejor. Pero te advierto que vas a tener que echar mano de la fortaleza, de la fuerza de voluntad.
¿Consejos?
* Es muy conveniente que des a conocer tus propósitos a la persona idónea, para que te oriente y aconseje.
* Debes tener muy claro el contenido de tus decisiones, con el fin de que también te sean patentes los medios a poner.
* Has de ver con evidencia que los medios a poner son los adecuados y proporcionados para el éxito que pretendes.
* Para evitar el desaliento, ante la lejanía en el tiempo del objetivo a conseguir, debes marcarte hitos intermedios, metas más cercanas, inmediatas.
* Ante los posibles fallos en la constancia, debes recordarte que te estás traicionando a ti mismo, y debes reflexionar sobre tu dignidad.
* Recuerda con frecuencia los propósitos que has hecho.
Estoy seguro de que no quieres ser veleta que gira a capricho del viento, veleta constantemente inconstante. ¿Verdad que no?