La niña que llevo adentro no comprende.
No comprende el paso del tiempo.
Que los papis crecen y se marchan.
A veces lentamente y tenemos la tristeza de verlos apagar como una velita.
A veces se van en forma desgraciada y nos dejan ese sabor ácido como el limón ( ese, que nunca me gustó).
A veces se acuestan a dormir y se van serenamente como duerme un bebé después de tomar su biberón.
Hoy mi niña tiene miedo a la soledad. Sus papis están juntos y felices, ella aún puede disfrutarlos pero cuando duermen se detiene a sentir su respiración, como lo hace una mamá con su recién nacido.
Hoy mi niña esta hacia afuera, quiere llorar y no la dejo. La señora que soy ve crecer a su hija adolescente y envejecer a sus padres y comienza a sentir el vacío.
¡Niña lloremos tranquilas, nadie nos ve ¡