¡Cómo se ríe! ¡Cómo goza! ¡Cómo disfruta su corazón! ¡Parece un niño que retoza tras una pompa de jabón…!
¡Que luminosa es su inocencia! ¡Que contagioso su gozar! ¡Si cuando estás en su presencia hasta dan ganas de cantar…!
¡Cómo te abraza su mirada! ¡Cómo te eleva su reír! ¡Cómo transmite, -sin decir nada-, la algarabía de vivir…!
¡Da la impresión de haber hallado la piedra de oro filosofal! ¡La que lo lleva, maravillado, muy por encima del bien y el mal…!
Quien se lo cruza, se pregunta: “A esta persona…¡¿Qué le pasó?! ¡Esa alegría que trasunta…, ¿de que manera le llegó…?!
Hay quienes dicen que le viene de seguir siempre a su intuición… Otros comentan que proviene de su elevada vibración…
Algunos piensan que fue asignado para cumplir ese papel… ¡pero yo creo que ha encontrado a lo Divino dentro de él…!
Sea lo que sea…hay una cosa que queda fuera de discusión… ¡Cómo se ríe! ¡Cómo goza! ¡Cómo disfruta su corazón…!
Jorge Oyhanarte
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