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General: LA PALABRA DIARIA MES DE JUNIO
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| De: Tatisverde (Mensaje original) |
Enviado: 07/06/2010 18:42 |
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Orden divino
Estoy en armonía con el orden divino.
Dios es orden divino. El universo espiritual, del cual surge el universo material, es ordenado. El orden es su esencia. Dios es incambiable, inmutable e inmanente. Al observar el principio del orden divino, manifiesto orden en mi vida. Cuando mi escritorio o mi casa están en desorden, es por que no he tomado tiempo para organizarlos. Cuando mi vida me abruma, reconozco que es porque no he tomado tiempo para poner en orden mis pensamientos.
Mantengo mis pensamientos en orden a rehusar mantener pensamientos faltos de armonía. Evito que la duda o el temor afecten mi pensar. Logro establecer orden en mi vida al afirmar que estoy en armonía con el orden divino y que éste es mi guía.
Sed de un mismo sentir … y el Dios de paz y de amor estará con vosotros.—2 Corintios 13:11
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De: yoya |
Enviado: 07/06/2010 19:26 |
Tatis:
Cómo quisiera que esta palabra estuviera siempre presente en nuestra vida y en la de los demás, en la familias, países, gobiernos, en el mundo entero, ya que por eso está este mundo tan caótico, ya que nos hemos olvidado de usarla y la hemos hecho a un lado, pienso que aún estamos a tiempo de reconsiderar lo que hacemos, sólo que debemos empezar por nosotros mismos, para motivar a otros a que hagan lo mismo y se forme una larga cadena que contribuya a que las cosas mejoren, ya que sólo es cuestión de darnos cuenta de que Dios tiene un orden para todo, entonces debemos tratar de imitarlo, al principio tal vez no sea fácil, pero ya después viviremos mucho mejor. Besos.
Gloria |
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Gratitud
Al sentir gratitud, soy capaz de apreciar la belleza en todos y en todo.
Cuando adopto una actitud de gratitud, creo un cambio de conciencia. En vez de ver problemas, veo oportunidades. En vez de sentir inquietud, siento esperanza. Al mantener mi atención en lo que marcha bien, invito más de ese bien a mi vida.
Cuando les dejo saber a los demás que siento agradecimiento por ellos, creo una conexión basada en el amor y la comprensión. Ayudo a que se den cuenta de su belleza y de la contribución que hacen al mundo.
Al orar, meditar o escribir en mi diario, recuerdo las muchas maneras en las que Dios me bendice. Abordo la vida con gratitud. Aprecio la magnificencia de todo a mi alrededor, y siento profundo gozo por todo el bien que existe en el mundo.
Lo recibimos en todo tiempo y en todo lugar con toda gratitud.—Hechos 24:3
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GLORIA |
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De: yoya |
Enviado: 08/06/2010 22:02 |
Tatis:
Ésta sí que es una gran palabra y mucho más que eso, pienso que es una de las virtudes más importante que puede tener el ser humano, si no somos agradecidos con Dios, con la vida, con nuestra familia, amigos, vecinos y con todos quienes nos rodean, seremos realmente injustos, ya que tenemos miles de cosas por las cuales agradecer, sólo es cuestión de quererlo y que lo hagamos con amor, no sólo por deber y no olvidar que lo que damos es lo que se nos regresa. Besos.
Gloria |
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Consciente
Estoy despierto y vivo en el momento presente.
Cuando estoy consciente, puedo disfrutar plenamente del momento actual. Mis pensamientos no están fijos en el pasado ni se proyectan hacia el futuro. No permito que la vida se me vaya de las manos. Me mantengo presente y elijo conscientemente.
Si me encuentro esperando en una fila o detenido en el tráfico, evito frustrarme. En vez de ello, elijo traer gozo al momento. Hago una pausa y doy gracias. Siento aprecio y estoy consciente de cómo el Espíritu divino respira en mí y por medio de mí. Al permanecer consciente, mi mente es clara y puedo percibir la guía interna. No me aferro a la duda, la preocupación o la frustración. Creo la vida que deseo momento a momento.
Dios se acuerda de nosotros y nos llena de bendiciones.—Salmo 115:12 (Versión Popular) |
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Armonía
Al estar en armonía con los demás, soy una voz de paz.
Me encanta la variedad musical que hay en el mundo. Aunque existen millones de voces, miles de instrumentos y modos infinitos de hacer arreglos musicales, las notas básicas son bien sencillas.
En la sinfonía de la vida, yo soy una voz de paz. Elijo cantar la nota musical de la paz dondequiera que esté: en mi hogar, lugar de trabajo, cuando visito un lugar lejano o cuando doy servicio a mi comunidad. Afianzo la armonía mediante actos de amor y palabras afables. La armonía no requiere que todos seamos iguales, mas bien nos invita a servir juntos a Dios y a nuestro mundo. La armonía es una fuerza poderosa para establecer el bien.
Todos ellos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Jehová, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios.—1 Crónicas 25:6
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Solsticio
La luz de Dios me rodea.
En este día, cuando la mitad de nuestro planeta experimenta el día más largo del año y la otra mitad el día más corto, decido celebrar la luz del sol. Sus rayos me brindan calor, su luz me nutre y me maravilla ver como hace que todo a mi alrededor resalte. La presencia del sol ejemplifica el orden divino del universo, el cual es tanto una constante en mí como lo es en los cielos.
Dios en la luz que me rodea, el amor que me envuelve, el poder que me protege y la presencia que vela por mí. Celebro con agradecimiento la luz del sol que da vida al planeta y la luz de Dios que me da vida a mí. Comparto mi luz al ser una presencia de bien.
Sale el sol y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. —Eclesiastés 1:5
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Orar por otros
Tú haces la diferencia.
Los hombres y mujeres que sirven a mi comunidad como policías, bomberos y equipos de emergencia hacen el compromiso de proteger y ayudar durante momentos de crisis. Cada uno de ellos es entrenado para hacer bien su trabajo. Honro y respeto a todas las personas que sirven a mi comunidad y los apoyo con oración.
Cuando veo un vehículo de emergencia, sé que va a ayudar a alguien. Bendigo a todos los involucrados afirmando sabiduría y seguridad por quienes prestan servicio y salud, protección y orden divino por quienes necesitan la ayuda. Declaro que el resultado correcto se manifiesta, consciente de que Dios mora en toda persona y que obra en toda circunstancia. Apoyo a mi comunidad con oración afirmativa y sincera.
Servid de buena voluntad.—Efesios 6:7
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Prosperidad
La gracia divina me ofrece bien ilimitado.
Es interesante pensar: “Si el dinero no fuera un impedimento, ¿adónde iría yo, qué haría? Mas el dinero no define mi prosperidad. Mi riqueza no está limitada al dinero que tengo en el banco.
La abundancia del universo es mía. Cada espiga, cada grano de arena y cada partícula de aire existe para que tanto yo como los demás los disfrutemos. Por la gracia y la bondad divina, mi bien es ilimitado. Mi riqueza no tiene límite al saber que soy uno con Dios. Doy gracias por el infinito bien que me rodea. Todo lo que soy, todo lo que tengo, todo lo que doy y todo lo que recibo es parte del bien divino que fluye en mí y por medio de mí.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis.—Jeremías 29:11
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Filtro
Consciente de Dios, contribuyo a mi mayor bien y al de otros.
Con frecuencia, “menos es más” en la vida. Por ejemplo, cuando instalamos un filtro de agua, éste hace que el agua contenga menos impurezas y sea más beneficiosa. Yo, también, poseo un filtro interno, mi conciencia de Dios, la cual me ayuda a identificar los pensamientos erróneos que no apoyan mi mayor bien ni el de otros.
Al edificar esta conciencia, mantengo un fluir de ideas divinas. Sé cuando soltar ciertos pensamientos y creencias. Sé qué hacer, cuando actuar y cuando permanecer tranquilo.
Vivo en el momento —preparado para dar y recibir bendiciones ilimitadas, preparado para ser una bendición para los demás.
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, … a él sea gloria.—Efesios 3:20-21
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Éxito
Disfruto de la jornada de mi vida y tengo éxito.
Al considerar lo que el éxito significa para mí, recuerdo el cuento de la tortuga y la liebre. La tortuga se movía lentamente a lo largo del camino, disfrutando su jornada y los animales que encontraba a su paso. Por el contrario, el conejo andaba en carreras, prestando poca atención a sus alrededores, para luego quedarse dormido y perder completamente el gozo de la jornada.
Elijo disfrutar de mi vida y, como la tortuga, conocer gente a lo largo del camino y experimentar aventuras nuevas y emocionantes. No me preocupan las ganancias materiales o demostraciones externas de éxito. Mis medidas de triunfo son las bendiciones que doy y que recibo. El verdadero éxito proviene de Dios y, ¡junto a mi creador triunfo!
David se conducía prudentemente en todos sus asuntos y Jehová estaba con él.—1 Samuel 18:14
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Curación
El poder restaurador de Dios es avivado en mí. Sano completamente.
Así como el poder divino me dio el primer aliento, este mismo poder me sana ahora. Vivifico esta fuerza de vida perfecta al hablar palabras de salud y vigor a mi cuerpo y mente. Dejo ir todo aquello que no apoye la vida y el amor perfectos que son la verdad de mi ser.
El poder de Dios es el único poder que obra en mí. Cada célula de mi cuerpo se encuentra completa innatamente; cada órgano es una parte perfecta del milagro de mi vida.
Al mantener mis pensamientos claros y centrados y mi mente abierta a nuevas ideas y posibilidades, digo palabras poderosas que fomentan mi bienestar. Hablo de salud y paz. Al afirmar mi curación, el poder restaurador de Dios se aviva en mí.
Envió su palabra y los sanó. —Salmo 107:20
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