MIREMOS NUESTRO INTERIOR
De vez en cuando se apodera de nosotros una sensación de tristeza que no conseguimos controlar.
No importa en que lugar estemos,
en el trabajo, junto a la persona que amamos , en un fiesta sin ninguna explicación , el mundo pierde su colorido y la vida esconde su magia.
Al respecto nos dice Karen Casey
"nada mejor que mirar hacia el interior de nosotros mismos".
Allí hay una criatura con miedo, que no sabe bien que está haciendo aquí, porque casi no se la oye ni se la consulta.
Vamos a ser tolerantes con esta criatura.
Vamos a dejar que ella lleve las riendas por el tiempo que sea necesario, hasta que se sienta nuevamente segura y amada.
Si ponemos en práctica este sabio consejo muy pronto volverán nuestros ojos a tener el brillo de la felicidad y la luz de la esperanza.
Amemos y mimemos a nuestro niño interior, no perdamos contacto con él y no perderemos la alegría de vivir.