EL SUFRIMIENTO
¿Estás sufriendo?
¿Tienes problemas?
¿Detestas todos los minutos de tu vida?
¿Te gustan tus últimas tres horas,
cada segundo de las últimas tres horas?
Si la respuesta es no, si la respuesta es que está sufriendo, perturbado, tienes realmente problemas.
Hay algo erróeo en tí.
Seriamente erróneo.
No hay que buscar la felicidad en donde no está ni tomar la vida por lo que no es vida,
porque entonces estaremos creando el sufrimiento.
Experiencias y errores son normales y saludables;
si no hubiese experiencias y errores, no habría riesgos.
Habría sólo la conformidad calculada.
Esto no es la vida, ni el sentido de la Creación
ni la experiencia del amor, ni el mensaje del Evangelio.
Lo cierto es que el dolor existe porque rechazamos que la única sustancia es el amor, la felicidad, el gozo.
No es la naturaleza la causa del sufrimiento,
sino el corazón del hombre lleno de deseos y de miedos,
que le inculca su programación desde la mente.
La felicidad, no puede depender de los acontecimientos.
Es tu reacción ante los acontecimientos, lo que te hace sufrir.
Naces en este mundo para renacer, para ir descubriéndose como un hombre nuevo y libre.
El ruido existe en tu cabeza, no en la realidad.
Tus evaluaciones hacen de este ruido una molestia.
Si te apegases a emociones negativas, nunca serás feliz.
No estoy diciendo que no puedas tener,
lo que se llama emociones negativas.
¡No sería humano!
Si nunca te sintieses ansioso o deprimido,
si no te entristecieses por alguna pérdida, no serías humano.
Puedes sentir emociones negativas.
¿Sabes qué es lo malo?
Cuando te apegas a ellas.
La única razón de que no estás amando todo el tiempo,
es que estás sufriendo.
Si no sufrieses, amarías.
Estarías en paz, esparciendo amor y paz a tu alrededor.
A ver si eres capaz de comprender que el sufrimiento,
no está en la realidad sino en ti.
Busca lugares de la memoria, del corazón,
a los cuales siempre te puedes retirar
para sentirte en calma y "refrescado".
Este "retirarse" proporciona fortaleza,
para afrontar la situación del momento presente y también agudiza la percepción de éste.
La gran tragedia de la vida no está en cuánto sufrimos,
sino en cuánto perdemos.
Los seres humanos nacen durmiendo,
viven durmiendo y mueren durmiendo.
Toda mínima partícula de sufrimiento,
toda emoción negativa pueden llevarte al entendimiento, claridad, felicidad y libertad si sabes cómo usarlos,
si te das tiempo para comprender, como si pudieras verlo.
Señor, puedo ver.
Comprensión: fórmula para una vida feliz.
La desilusión trae una oportunidad gloriosa.
Es como despertar a una vida nueva.
Estás bien, aún cuando piensas que no lo estás.
No desperdicies ningún sufrimiento que te sobrevenga.
Ponte frente a las cosas que no puedes cambiar.
Y di: sí.
De esa forma, estarás nombrando a Dios.
Claro que es difícil. No te esfuerces.
Pero si pudieses decir sí en el corazón,
estarías diciendo sí a la voluntad de Dios.
Si estás doliéndote de tu pasado, es que estás dormido.
Lo importante es levantarse, para no volver a caer.
La solución está en tu capacidad de comprensión y de ver otra cosa que lo que te permites ver.
Ver lo que hay detrás de las cosas.
Piensa en algún sufrimiento,
molestia o preocupación que tuviste.
Ahora piensa que, si tuvieses mayor conciencia, no habrías sentido dolor.
No es la vida lo difícil, eres tú quien la vuelve difícil.