| Cáncer de labios: Otra amenaza del sol |
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| Miércoles 3 de Noviembre de 2010 |
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| Fuente :La Segunda Online |
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| Estamos en la época del año en que la radiación solar comienza a causar mucho más daño. Por eso junto con el cuidado de la piel, hay que preocuparse de la protección de los labios. El odontólogo Nelson Pardo, académico de la Universidad Andrés Bello, entrega importantes datos a considerar para prevenir futuras trastornos. |
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¿Ha escuchado sobre la queilitis actínica? Si usted es de aquellas personas que tiene una exposición prolongada al sol y no protege sus labios, es muy probable que en un corto tiempo tenga noticias de esta enfermedad. Se trata de una lesión aguda o crónica del labio inferior provocada por la exposición exagerada a los rayos ultravioleta del sol.
En la época estival, indica Nelson Pardo, odontólogo y académico de la U. Andrés Bello, la radiación ultravioleta aumenta su acción producto de la posición del sol y la disminución de la capa de ozono, encargada de filtrar los rayos UV-B que son los responsables del daño a la piel. Por eso, así como se cuidan brazos, rostro, piernas y espalda de la acción del sol, proteger los labios debería ser también una prioridad.
“Esta parte del cuerpo se encuentra indefensa, al no contar con las estructuras biológicas como la piel, a la exposición en exceso e inadecuada a los rayos UV-B. El exceso de sol, por lo tanto, causa cambios en el bermellón de los labios, zona comprendida entre la piel y la mucosa bucal, específicamente en el labio inferior, y lesiones muy diversas como escamas, fisuras, erosiones, ulceraciones, casi siempre dolorosas y con tendencia a que sangren con mayor facilidad”, dice el odontólogo.
Irritación crónica
La irritación crónica producto del sol, complementa el doctor Pardo, contribuye a la aparición de daños celulares irreversibles que pueden desencadenar en cáncer de labio. Esto porque se producen daños en las capas profundas del labio que se traducen, entre otras, en alteraciones a su elasticidad. Los cánceres en la zona bucal alcanzan al 4%, en relación a los que atacan a otros órganos, hecho ignorado por la mayoría de las personas.
Ante el aumento de volumen en los labios, inflamaciones, heridas o fisuras prolongadas y sangramiento local, que pueden ser indicios de la presencia de queilitis actínica, se debe consultar al Odontólogo, que es el profesional indicado para hacer el diagnóstico de la enfermedad, guiar su tratamiento o derivar al paciente a un especialista en patología oral.
¿La recomendación del experto? Aplicar bloqueador solar con factor 15 ó más, usar sombrero o gorro protector y evitar la exposición al sol entre 11 y 16 horas. Para aplicar estas acciones, sin embargo, es importante conocer los índices y categorías de exposición, que a diario se informan en los medios de comunicación: 0-2 Mínima, 3 – 4 Baja, 5 – 6 Moderada, 7 – 9 Alta y + 10 Muy alta. Esta información va directamente relacionada con la cantidad de radiación que cada tipo de piel puede soportar y esto esta asociada con la capacidad de respuesta de la piel y de su grado de pigmentación.
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