Muchas veces nos preguntamos, qué es la vida, sobre todo nos inquieta saber que objeto tiene la vida.
Hay que vivir de tal manera que cuando se esté por morir no se tenga
vergüenza de haber vivido como se vivió, sino que al contrario, se sienta uno satisfecho de la forma comO se actuó en la vida.
La vida no es placer, la vida no es comodidad, la vida no es diversión, la vida no es dinero, la vida no es confort; la vida tiene todo eso, pero la vida no es eso.
Como tampoco la vida no es dolor, la vida no es lágrimas y llantos, la
vida no es sufrimiento y pesadumbre, la vida no son problemas y angustias, la vida tiene todo eso, pero la vida tampoco es eso, precisamente.
La vida es el cumplimiento del deber, llenar un puesto, cumplir una
misión, contribuir al bienestar de los demás: eso es la vida, eso es vivir.
Llegará el fracaso, llegará el dolor, llegará el obstáculo, llegará la enfermedad, todo tipos de dificultades, pero, cuando cuando tenemos fe, optimismo y determinación de triunfar, nada nos podrá detener.
Hay que aprender el modo creador de la vida. Uno puede ser exactamente lo que quiere ser. Depende de uno y de nadie más, pero para eso, debe sentar cabeza. No dejarse arrastrar por el encandilamiento de las falsas luces
que por lo general no son luces, sino senderos oscuros que los conducirán por tenebrosas rutas cuyo destino será siempre fatal.
El hombre y la mujer si quieren son todo o nada. Polvo o estrella;
luz o sombra. Depende exclusivamente de nosotros.
La nobleza de la vida no está ni el nacer ni en el morir, sino en la forma de vivir: noble, generoso, solitario. Que se acepte el esfuerzo como alegría y no como castigo.
Las dificultades antes que dificultades, deben ser como motores de
lucha para enfrentarlos y salir adelante. Solamente mediante la fe, la perseverancia, la disciplina y la humildad podemos heredar la sabiduría de las personas mayores.
Actuemos con rectitud, con respeto, con decencia, con humildad. Volvamos a ser los ojos que orientan, los brazos que ayudan, las mentes que crean soluciones, los corazones que iluminan y calman las zozobras y las angustias.
d/a