La lectura y la ficción guiarán el discurso de Vargas Llosa en Estocolmo
"Elogio de la lectura y la ficción" se titula el texto que el escritor peruano afina, y al que dará lectura tras recibir el Nobel de Literatura.
ESTOCOLMO.- Mario Vargas Llosa pronunciará esta semaa su discurso más esperado, cuando en la Academia Sueca de Estocolmo reciba el Premio Nobel de Literatura 2010, ocasión en la que indagará por los vericuetos de la lectura y la ficción.
Hasta ahora pocos detalles se han develado de esta exposición que tendrá por título "Elogio de la lectura y la ficción" y que incluirá, según ha confesado el autor, una mención a la ciudad española de Barcelona, donde el literato vivió varios años y en la que también se afincaron otros miembros del movimiento conocido como "boom" latinoamericano.
Para preparar esta disertación, un acto muy esperado en la "Semana Nobel" que concluye con la entrega el próximo viernes del galardón, la Academia sueca envío al autor de "La ciudad y los perros" un dossier y exposiciones de otros laureados.
Y, entre ellos, Vargas Llosa explicó que hay dos que recuerda como "muy, muy hermosos". Se trata, precisó, del pronunciado por el francés Albert Camus, que definió como un texto "precioso, de lucidez y de inteligencia", y el que pronunció el estadounidense William Faulkner, que consideró como "muy lindo", y que se trata más de una "reflexión sobre la condición humana" que literaria, "maravillosamente escrito".
Maestro en el arte de fabular y lector empedernido, Vargas Llosa ha destacado en numerosas ocasiones su admiración por Faulkner y la huella que dejó ese autor en la novela moderna en América Latina.
El autor de "El sueño del celta" también mencionó el texto "muy bonito" preparado por el mexicano Octavio Paz para recibir el Nobel en 1990, que estuvo dedicado a la poesía, al igual que antes lo hiciera el chileno Pablo Neruda.
El escritor, ensayista y cronista peruano, que también tiene la nacionalidad española, dijo estar muy interesado en conocer el texto redactado por el poeta español Vicente Aleixandre —galardonado en 1933—, aunque precisó que no había podido localizarlo.
Con la concesión del Nobel de Literatura a Vargas Llosa la Academia sueca rescató a las letras en español, que no habían sido reconocidas con el más prestigioso galardón literario desde que en 1990 fuera distinguido Octavio Paz, y un año antes el español Camilo José Cela.