Haz algo más que tan sólo desear tener éxito. Imagínalo con todo detalle.
Con los ojos de tu mente obsérvate a ti mismo alcanzando las metas que te has propuesto. Mírate y siéntete viviendo los sueños que más sentido tienen para ti.
Sea cual fuere tu meta, imaginarla clara y nítidamente es un paso fundamental. Mírate yendo hacia allí y comprenderás de manera real y tangible cómo moverte durante el recorrido.
La oportunidad se convierte en realidad cuando te imaginas a ti mismo recorriendo el camino a través de cada uno de sus pasos. La imaginación es el punto de partida necesario para atravesar la brecha que existe entre donde tú te encuentras y donde querrías estar.
El mero acto de imaginar te obliga a aceptar que ciertas cosas son de verdad factibles para ti. Una vez que esas posibilidades logran hacer pie en tu sistema de creencias, empiezan a convertirse en logros y realizaciones reales y concretos.
Todo lo que alguna vez hayas hecho, primero lo hiciste en tu mente. Imagina lo mejor de lo mejor, y te descubrirás haciéndolo realidad.
Gabriel Sandler
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