La risa y el canto emiten grandes cantidades de aire.
SINGAPUR.- ¿Alguna vez se preguntó cuán lejos llega su estornudo? ¿O si puede detener la expansión de gérmenes tapándose la boca con la mano o el codo cuando tose?
Con un espejo gigante y una cámara de alta velocidad, científicos en Singapur están tratando de descubrir cómo se produce la transmisión aérea de los virus de la gripe.
El equipo les permite observar las diminutas gotas que emanan de una persona cuando tose, estornuda o habla, y los expertos esperan que los resultados puedan usarse para crear mejores guías de prevención y control de las infecciones.
"Esto es para informar a los equipos en control de infecciones, porque hay una controversia actualmente sobre qué patógenos -como la gripe-, se transmiten por vía aérea y, si así lo hacen, cuán importante es esta ruta comparada con otras, como el contacto directo", indicó Julian Tang, virólogo y consultor del Hospital de la Universidad Nacional de Singapur, director del equipo.
Si bien es probable que una persona con gripe infecte a otras al toser o estornudar, se sabe poco sobre la distancia que recorren la tos y el estornudo y el volumen de aire -y virus- que transportan.
¿Los virus de la gripe se transmiten por vía aérea? ¿Qué es más peligroso: toser o estornudar, o quizá reír? Los lineamientos de control de infecciones se basan en su mayoría en estudios con modelos y estimaciones de expertos, no en datos científicos duros.
En su estudio de unos 800.000 dólares de costo, financiado por el Consejo Nacional de Investigación Médica de Singapur, Tang y sus colegas diseñaron un espejo cóncavo amplio, como los que se usan en los telescopios de astronomía.
Junto con una cámara que puede capturar hasta 250.000 cuadros por segundo, los científicos pueden observar el aerosol, o espray, producido por un estornudo o tos a través del espejo.
Cuidado con reir y cantar
Mediante voluntarios, el equipo de Tang estudiará la velocidad y distancia de los flujos exhalados que se producen al toser y estornudar, incluso al reír, llorar, cantar, susurrar, hablar, roncar y respirar.
"Estudiaremos estas otras formas que, posiblemente, como todos los tipos de exhalación, tienen el potencial de transportar agentes infecciosos a distancias mayores", dijo Tang.
Los expertos evaluarán las intervenciones como la colocación de máscaras faciales, para ver cuán efectivos son para contener estos flujos de aire. "Podemos visualizar en tiempo real lo que las personas hacen todos los días. El estudio de las intervenciones es muy importante porque lo que queremos saber es cuán efectivas son", expresó Tang.
"Esto tendría implicancias presupuestarias a la hora de prepararse para la próxima pandemia", añadió el experto.
Con un mejor conocimiento, los científicos esperan poder mejorar los consejos de control infeccioso, como cuán separadas deben estar las camas de los hospitales o cómo deberían ser las medidas de cuarentena para quienes padecen una infección de contagio aéreo, como el sarampión, la gripe y la tuberculosis.