WASHINGTON. - Las madres que trabajan durante la crianza de sus hijos tienen más probabilidades de que los niños sufran sobrepeso o sean obesos, indicó una investigación estadounidense publicada.
El estudio fue elaborado por investigadores de la American University de Whashington, la universidad Cornell de Nueva York y la universidad de Chicago, sobre 979 niños -desde primaria hasta el primer ciclo de secundaria- junto a sus familias, en 10 ciudades distintas.
Los investigadores hallaron que el número de años que la madre pasó trabajando tuvo un efecto directo en el índice de masa corporal (IMC) de sus hijos.
El IMC es la proporción entre el peso y la estatura que permite determinar si se tiene sobrepeso u obesidad.
"Cada período de un promedio de 5,3 meses durante el cual la madre estuvo trabajando, se asocia a un incremento del IMC de su hijo 10% superior a lo normal", indica el estudio publicado en la revista Child Development.
El estudio no proporciona explicaciones a este fenómeno, pero los investigadores estiman que tal vez esté vinculado a que las madres activas pueden disponer de menos tiempo para comprar productos sanos y cocinar alimentos equilibrados, lo que las lleva a acudir a la comida rápida, que tiende a tener más grasas y calorías.
La obesidad infantil se ha triplicado en los últimos 30 años en Estados Unidos, recuerda el estudio. Actualmente, un niño de cada tres en ese país tiene sobrepeso o es obeso.
Los autores hacen la salvedad de que "se estudió el IMC de los niños en relación a la situación profesional y laboral de la madre, pero aún resta por explorar el papel que juega el padre trabajador en la salud física de sus hijos".