Has venido a traves de las auroras, y a traves de los valles has venido, ni rio, bosque, o mar te ha detenido, tuú, que al pasar, cada rosal desfloras. Detengase la rueda de las horas en tu reloj y el mio; en mií sumido, hazme olvidar mi nombre y apellido, y solo recordar que me enamoras.
Para ir a ti desarrollo mis alas, pero viniste a mi, y en mí te instalas, irreprimible soy a tu reclamo.
Por ti abjureé de todo, en ti me obstino; si no soy mas que un alto en tu camino, recuerda que soy yo la que te amo.