MI ALHAMBRA
Encumbrada en lo más alto del cerro de La Sabika, y ocupándolo en su mayor parte, se yergue soberana y monumental sobre Granada, y bajo el lema nazarí: “Sólo Alá es vencedor”, La Fortaleza Roja, la ciudad real amurallada de Alhambra.
ALGUNAS DE SUS MUCHAS LEYENDAS...
LA LEYENDA DEL SUSPIRO DEL MORO
Tras arrebatar los Reyes Católicos el último reducto de la dominación musulmana a Boabdil (Mohamed Abu Abdalahyah); el rey moro y su séquito fueron desterrados de Granada y les fue cedido un pequeño territorio en las áridas Alpujarras, donde aguantarían aún unos años. La caída de Granada se debió a la despreocupación de Boabdil por la defensa de Granada y su afinidad a las fiestas y al ocio. Camino a su destierro, Boabdil no osó girar la mirada hacia Granada, y sólo cuando estuvo a mucha distancia, sobre la colina conocida por El Suspiro del Moro se detuvo y observando por última vez su palacio... suspiró, y rompió a llorar. , y fue su propia madre quien le dijo: "Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre".
LA LEYENDA DE EL RELOJ DEL SOL Según cuentan, la Alhambra en su conjunto puede ser considerada un enorme reloj de sol. Esto es así ya que, al igual que con un reloj de sol podríamos seguir el transcurrir de todas las horas del día, en la ciudad granadina podemos hacerlo a través de sus estancias. Este fenómeno es especialmente evidente al mediodía, momento en que las dependencias quedan divididas por su mitad como efecto de la sombra.
LA LEYENDA DE LA PUERTA DE JUSTICIA
Existen dos leyendas particularmente bellas en torno a esta puerta. Tan grande era su magnificencia y tan ufanos se sentían de ella, que aseguraban que si existía un caballero en la Tierra que fuese capaz, estando montado en su caballo, de tocar con la punta de su lanza la mano esculpida en lo más alto de su arco exterior,
conquistaría el trono de la ciudad. Considerada por el mundo conocido como una fortaleza inexpugnable, sumamente recia en su construcción, aseveraban que no caería bajo el ataque de mil ejércitos. De este modo, el día que la mano de su arco exterior llegara a tocar la llave del arco interior de esta puerta, sería porque había llegado el fin del mundo, pues la Alhambra estaría en ruinas.
LA LEYENDA DE LOS AZULEJOS DE MEXUAR
Es ésta la sala más antigua del palacio. El sultán se situaba en ella, dentro de una cámara elevada, oculta por celosías, con el fin de escuchar sin ser visto. Desde allí prestaba audiencia e impartía justicia. Es un hecho históricamente comprobado que el sultán tenía en la época cualidad judicial, y sus sentencias eran conocidas por ecuánimes e imparciales. En su puerta, anunciando su razón de ser, había un azulejo con un cartel que rezaba:
“Entra y pide. No temas pedir justicia, que hallarla has”.
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