Panteras y lobos en el patio

"Panteras Florida"

Depredadores, como lobos, osos y panteras, están siendo reintroducidos cerca de sitios habitados por gente, después de que un grupo de científicos asegurara que eso puede ayudar a restablecer ecosistemas deteriorados.

"Antes solían verse una vez al año, pero ahora es cada dos semanas", dice Al Sánchez.

"Estoy empezando a atemorizarme cuando oigo ruidos. Si salgo afuera, estoy convencido que voy a convertirme en su presa".

Sánchez y Reg Malone, quienes viven en un barrio muy poblado en las afueras de Naples, en Florida -una ciudad de 300.000 habitantes-, reciben regularmente la visita de una pantera Florida, una subespecie del Puma concolor, y están desconcertados por estos encuentros.

A medida que el hábitat de la pantera Florida se fue reduciendo mientras que se las seguía cazando, su población se redujo a 30 a principios de los años '90.

Ante la amenaza de extinción inminente, un equipo del Instituto de Peces y Vida Salvaje de Florida reintrodujeron los depredadores en una zona alrededor de Naples. Además de salvarlas, los científicos esperaban que, además, las panteras atacasen una población de jabalíes que estaba fuera de control.

Ahora hay más de 100 animales, pero tienen que convivir con la gente.

Uno de los miembros del instituto, Mark Lotz, le aseguró a Sánchez y Malone que no creía que corrieran mucho peligro, "ya que las personas no forman parte de su dieta".

Especies dominantes

Los humanos no han sido siempre la especia dominante en la Tierra.

Durante millones de años antes de nuestra llegada, depredadores como los lobos, osos o grandes gatos eran los seres que estaban en la cima de la cadena alimenticia.

A lo largo de los años, los humanos han capturado, enjaulado y matado estos depredadores, y ahora los ecosistemas de todo el mundo están sufriendo la ausencia de estos animales.

Lo salvaje ya no es realmente salvaje.

Cada vez más científicos concuerdan con que eso ha sido un error.

Ven a los depredadores no como unos asesinos despiadados, sino como un componente esencial de los ecosistemas sanos -razón por la cual quieren volver a introducirlos en la vida salvaje-.

Pero el mundo moderno no trata muy bien a los depredadores. La urbanización y la construcción de carreteras, que pueden estar cerca de donde viven los animales, han hecho difícil que estos animales eviten los problemas genéticos a causa de la endogamia.

Para que las panteras puedan superar ese problema y sobrevivir sin la ayuda de los científicos, el proyecto de Naples necesita expandirse y crear nuevos núcleos de panteras a lo largo del centro y norte de Florida, con los que puedan aparejarse.

Si no se produce el intercambio genético entre dos o más núcleos, la población de panteras no se podrá recuperar.

Una forma de lograrlo es proveer los depredadores con "corredores salvajes" para que puedan pasearse por los estados del sur, como Alabama y Georgia, y tan al norte como Arkansas.

Pero es una idea que aún está en el tintero por toda la oposición que se ha generado.

Vuelven los lobos, los sauces...

El impacto que la vuelta de los depredadores ha causado en el medio ambiente se puede observar en el Parque Nacional de Yellowstone, en Wyoming, donde los lobos fueron reintroducidos a mitad de los '90, después de ser exterminados en el mismo sitio '70 años antes.

Lobos

"Lobos"

Durante los últimos 15 años, el doctor Doug Smith, quien encabeza el Proyecto de Restauración del Lobo Gris, y su equipo han estado registrando el efecto del regreso de los lobos en el parque.

31 animales fueron liberados entre 1995 y 1996, y Smith afirma que ahora ya hay cerca de 100.

Su investigación sugiere que los depredadores no influyen solamente en el número de animales que se alimentan de plantas, sino que -a través de una serie de complejas interacciones en el ecosistema- también pueden ayudar a recuperar los bosques.

Smith ha detectado dramáticos cambios en los sauces que crecen en el valle del río de Yellowstone.

"Cuando vine por primera vez a Yellostone hace 16 años, todos los sauces eran devorados por alces".

"Pero, desde que los lobos fueron reintroducidos, hemos visto el retorno de los sauces. La razón es sencilla: los lobos se comen los alces, está conectado".

...y los castores

La ausencia de lobos entre 1926 y 1995 coincidió con una disminución en la población de castores en el parque, pero desde que los lobos regresaron, los castores también... gracias al aumento de sauces.

Ahora que los castores están de vuelta y han empezado a construir más presas, el nivel del agua en zonas del parque que estaban sufriendo deforestación ha empezado a aumentar, restaurando las poblaciones de especies de árboles que requieren de mucho líquido, como los sauces y los álamos.

"La pieza perdida del rompecabezas era el lobo, el depredador que encabeza la cadena", dijo el Doctor Smith.

"Los perdimos a principios del siglo pasado, los ganamos a finales de siglo y hace entre 10 y 15 años los hemos aproximado ecológicamente al sitio donde estaban hace 100 años. Es algo emocionante".

Aprender a convivir con ellos

La vuelta del depredador en nuestro mundo no está exenta de riesgos y dificultades, pero Smith considera a los depredadores como factores cruciales para ganar la batalla contra la destrucción ambiental.

"Sabemos que compiten con nosotros. Sabemos que a veces hasta nos matan.

"Tendremos que vivir con esto, porque vale la pena.

"Estos grandes depredadores van a jugar un papel importante en la restauración del hábitat salvaje".

Para los científicos como Smith, la recompensa potencial de reintroducir los depredadores superan las dificultades logísticas y los riesgos. Según ellos, tenemos que dejar de odiar los depredadores, por nuestro propio bien.

¿Y Sánchez?

Según dice, ya aceptó que los grandes felinos llegaron para quedarse en su barrio.

"Sólo necesitamos acostumbrarnos a vivir con ellos y a los encuentros cercanos".

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