Tu me sondeas y me conoces. Postrado de rodillas me despliego ante ti. ¿Que saco con encerrarme bajo llave, si tú señor estás dentro de mi?. Tú me conoces, ayúdame a decirte siempre así: hazme nacer de nuevo. En luz de aurora me sumerges y mi sangre renace de esperanza. Tú eres mi pila bautismal: El nuevo amanecer de mi jornada. Oh Cristo manantial de vida, bautízame en tu Pascua. Quiero volver a nacer. Cada mañana es nacer. Y cada tarde: morir. Vivir es amar, crecer, darse, soñar y reír. No basta en la vida ser ni simplemente existir. Hay que aprender a nacer para sentirse vivir. Eres señor mi testigo fiel. Hablas señor al ritmo de la vida. Te pronuncias en cada cosa y eres noticia buena en llamas. Tu experiencia del padre se convierte en tus labios en fuente de agua eterna y clara. Hazme testigo de tu amor en las cosas pequeñas de la casa. Amén y amén...
Humildemente te pido que a Japón le traigas serenidad, aceptación y esperanza en estos díficiles momento que ellos viven.
Paloma