DECIDE Y...HAZLO
Agrega fuerza a tus decisiones actuando inmediatamente.
Cuando decides seguir un rumbo determinado, comienza enseguida, no saltando a ciegas en él, pero dando el primer paso sin dudar.
El compromiso deriva de la acción.
Decidir algo en tu mente no alcanza para sellar tu compromiso. Si dilatas el ponerte en acción, es cada vez más y más improbable que tu decisión llegue a convertirse alguna
vez en realidad.
Dale fuerza a tus elecciones entregándoles tu esfuerzo.
Siempre hay un primer paso por dar, algo que puede ser hecho de inmediato.
Tan pronto como comienzas a actuar, generas el impulso necesario. Una vez en marcha, tienes muchas más probabilidades de mantenerte en movimiento.
Así que, no te limites sólo a pensarlo.
Levántate y hazlo. Ahora mismo.