La Ley de Consecuencia es, sin lugar a dudas, la fundamental entre las que rigen el destino humano. Pero, recordemos que no es una ley estática. La estamos utilizando constantemente, al poner en acción nuevas causas creamos nuevo destino, y asi podemos equilibrar y mejorar el antiguo, heredado del pasado. Lo primero que hemos de comprender es que carácter es destino. Lo segundo el Poder Creador del Pensamiento. Es el factor más potente y fundamental de la vida humana. La afirmación de que “los pensamientos son cosas tangibles” es una verdad indiscutible. Cada vez que pensamos algo, creamos una forma mental que puede convertirse en una fuerza viviente, ya que flota en nuestra aura y se convierte en parte de nuestra atmósfera mental individual y, por tanto, en un componente de nuestra propia vida. El Banco Universal. Es una institución invisible, dirigida por los Señores del Destino. Todos estamos, continuamente, haciendo ingresos, sin saberlo, en esta importantísima institución: Toda nuestra labor , nuestra propia disciplina, los servicios , todas las actuaciones... suponen ingresos en nuestra cuenta personal en el Banco Universal. Esos depósitos, pues, nutren el saldo sobre el que giramos nuestro propio destino, nuestras oportunidades y nuestra buena suerte.
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