Los vientos de adversidad soplan fuertemente en todas las direcciones. Eventualmente todos sentimos el peso de alguna prueba, problema, desgracia o revés; tu situación actual no es lo que habías anticipado ni planeado. ¿Por qué sucedió? ¿A quién culpar?
¿Consciente y voluntariamente violaste tu conciencia? ¿Es la adversidad el resultado de algún pecado de tu parte? ¿Es un acto de maldad de parte de otra persona? ¿O es el trabajo de Dios?
La clave para vencer la adversidad está en que la forma en que respondamos sea la apropiada. El buscar un culpable, es un callejón sin salida. Si decides responder apropiadamente puedes convertir tu revés es un escalón hacia un éxito mayor. Puedes progresar a través de tu adversidad. Tu reacción a la adversidad puede destruirte o desarrollarte en la persona que Dios quiere que seas y para lo cual te creó, la opción es tuya......