Situaciones de alto estrés puede unir o romper una relación. Todo dependerá de la capacidad de reaccionar frente al hecho traumático.
El terremoto del 27-F y el tsunami fueron experiencias intensas, inesperadas y por lo tanto, lo mínimo que causaron fue un gran estrés. Por rebote la estabilidad de la pareja se vio resentida y en algunos casos provocó grandes crisis que incluso, llegaron a separaciones.
Pero también se dio el hecho, que este profundo impacto nacional colaboró para volver a unir matrimonios y convivencias aún no cerrados. Fue lo que ocurrió con el escritor Pablo Mackenna y la actriz Javiera Díaz de Valdés, quienes llevaban meses separados y después del sismo se volvieron a juntar.
Para la sicóloga Patricia Canelo la respuesta que tenga la pareja, al enfrentar estas situaciones, dependerá del nivel de comunicación que tengan y cuan efectivos son con encontrarse y enfrentar las circunstancias desestabilizadoras, primero personalmente y luego, en el proyecto de familia.
“Cuando no tenemos una preparación que nos permita estar relativamente alertas o no hemos logrado desarrollar la resiliencia frente a este tipo de hechos, la verdad que es muy difícil sortearlos de manera positiva con la pareja”, destaca.
En ese sentido, insiste, en que como chilenos “no nos hemos preparado ni mentalizado frente a la realidad que vivimos en un país sísmico, y que esto es parte de lo que nos va a suceder durante toda la vida”, enfatiza la especialista en educación comunitaria.
Enfrentar situaciones de este tipo se asemejarían al impacto que produce la muerte de un hijo, una enfermedad catastrófica o ser víctima de violencia y, sobreponerse frente a la adversidad es algo que se puede desarrollar en la pareja. ¿Cómo?:
“No adivinando permanentemente lo que piensa el otro o la otra. No asumiendo que sabemos todo de la otra persona. El poder aprender a escuchar y recepcionar, en un diálogo honesto, qué es lo que el otro tiene que decir, desde el respeto, el cariño y el perdón, nos ayudará a ser más responsable de la dinámica de pareja que queremos tener”, asegura Patricia Canelo.
También contribuirá a minimizar los impactos tener una estabilidad emocional, material y familiar. “La espiritualidad es un factor muy importante, el buen humor y tener compañeros de vida, no exclusivamente la pareja o miembros de la familia sino amigos cercanos y mantener un estilo de vida saludable que nos abra a nuevos grupos de personas”.
Neurosis complementaria
Otra visión profunda de vivir en pareja momentos difíciles es la que vierte la sicóloga y sicoanalista, Marcella Chiarappa.
“Las parejas son como una unión o como decimos desde el sicoanálisis, de neurosis complementaria que calzan muy bien y, a partir de una crisis, terremoto, muerte de un hijo, cambio de país o casa, pudiera ser que en esta complementación se produzca un efecto traumático en uno de los dos que provoque en la pareja un desbalance”, sostiene.
Sin embargo, explica, que este impacto externo apelará a una historia personal, interna que no se haya elaborado o sanado, entonces, se volverá a repetir el efecto traumático en cada ocasión similar, produciendo un quiebre, una huida, un abandono en la pareja.
“Es como si la pareja fuera una célula en el cual se juntan dos, pero esta célula está hecha de un cierto equilibrio. Estos dos se equilibran y dentro de esta célula, cada uno deposita en el otro o proyecta aspectos desconocidos de sí mismos y con cualquier ruptura, se quiebran esas depositaciones. Si niego algo en mi misma, y lo pongo en mi marido, en un momento de crisis se romperá ese equilibrio precario y bueno, las soluciones son el abandono, asistir a una terapia en pareja o darse cuenta qué uno de los dos está poniendo en el otro”, afirma Chiarappa, quien es miembro de la Fundación Grupo Psicoanalítico Plus y de la Escuela de Psicología Grupal y Análisis Institucional "Enrique Pichon Rivière".
Los aspectos desconocidos de la personalidad, que describe la destacada sicoanalista, se refieren a aquellas actitudes que nos hacen prejuzgar a otros o tropezar con la “misma piedra”.
“Es lo que siempre le achaco al otro, los prejuicios que tenemos pero ¿no será que hay algo en mi de esto? Son preguntas que uno se hace, aunque hay otras que no toleran ni siquiera la pregunta y siguen teniendo esa imagen ideal de sí mismos”.
Al parecer, el tener conciencia en pareja sobre la realidad que los circunda y también de las historias personales que cada uno ha vivido serán la base fundamental de poder sortear los vaivenes de esta sociedad.
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