Lalen Kuzé,
pequeña tejedora
de arrugadas manos
de tento hilar
pasan días y noches
estirando el vellón;
juntando lana
negras y blancas
pues es tu única dedicación
para luego ser teñida por colores
que descubriste en las plantas,
la tierra y el mar.
Mujer,madre araña
que entrelazas y anudas
una hebra de Maqui
con otra de Quillai
para poder abrigar a
tus hijos mirándote
están.
Mujer,
una araña vieja
te enseñó a hilar
y también a tejer,
te alivió el trabajo
y tú supiste entender
que esos mismos secretos
debías entregar
a una araña joven
que mirandote está.