POR EL CAMINO
Por el camino de la vida vamos sin tener la certeza
si éste va a ser largo o corto. Sin saber qué nos
encontraremos durante la trayectoria, pero aún así
sabemos que tenemos que recorrerlo.
A veces se hará pedregoso y oscuro, nos tocará quitar piedras
del camino, algunas tan pesadas que nos será imposible moverlas
solos y necesitaremos la ayuda de un buen samaritano.
En ocasiones el camino se divide en varios senderos y
nos será muy difícil escoger el que nos convenga.
Será también incierto e inseguro en ocasiones.
Unos tomarán el camino incorrecto muchas veces,
pero terminan retrocediendo para tomar el correcto.
Otros tomarán el falso y en él siguen sin darse
cuenta de que los llevará a la perdición.
Durante nuestra trayectoria hacia nuestra meta,
habrá muchos quedados y caídos, sin fuerzas
para seguir o simplemente entretenidos en lo que no les conviene.
Éstos, muchos le tenderán la mano cuando puedan,
pero también en ocasiones otros por maldad o envidia
ahí los dejan sin darles una ayuda, sin darles
un consejo para que sigan hacia adelante.
Con tristeza y dolor veremos muchos vencidos y acabados,
los cuales no llegaron al final. Pero también nos
regocijaremos de poder brindarle ayuda a algún
necesitado y le incitaremos a seguir su camino.
Nos esperan fuertes golpes en este camino. Muchos resistiremos,
pero otros se dejarán vencer. Dejarán de luchar y ahí quedarán
a la mitad. Pero el que al final llegue
tendrá la alegría y la satisfacción de que nada ni nadie
le impidió llegar hasta el final de este duro camino
de la vida...Y su recompensa ha de tener.
Sigue hacia adelante venciendo obstáculos, con seguridad
que si te lo proponemos, puedes llegar a la meta final,
pero también es necesario tener claro cuál es tu meta,
para no quitar el ojo de ella hasta lograrla. No hagas
caso de la gente malintencionada que encuentres a tu paso.
No importa si tropiezas, si en el trayecto te pierdes,
retoma tus pasos y vuelve a intentarlo.
Ser perseverante es la clave. ¡¡¡Adelante!!
D/A