LÍMITES PERSONALES
¿Sientes que las personas abusan de ti?
¿Qué no puedes decir NO cuando te piden algo?
o
¿que no te hacen caso,
ni le dan importancia a tus cosas,
que no te respetan?
Todo esto sucede por que no ponemos límites en la relación con los demás. Esta relación puede ser trabajo, amorosa, amigos, hijos, etc.
Nosotros generalmente no establecemos nuestros límites de una forma entendible y conciente, sino que los vamos estableciendo dependiendo de la forma en que permitimos que nos traten.
Pero esta actitud puede causar problemas, pues hay personas a las que hay que expresarles cuales son nuestras fronteras de una forma clara e inequívoca.
La gente no adivina lo que nosotros queremos o lo que pretendemos que hagan.
Esperar que nos adivinen nos puede ocasionar problemas, es mejor hablar claro. Por ejemplo: Si no te gustan la forma de bromear de alguien contigo tienes que hacérselo saber porque sino esta persona continuará bromeando de la misma forma, aunque a ti no te guste.
Cuando nuestros límites son violados, nos corresponde a nosotros, aclarar la situación con quien los invade.
Estos límites se ven fortalecidos, cuando aprendemos a decir sí a algunas situaciones o a decir no a otras.
El poner límites no tiene que ver nada con la agresividad ni es un acto de violencia, sino que consiste en ser sinceros cuando se pide que se nos respete.
Recuerda que hay que ser diplomáticos para no herir a los demás en algunas circunstancias.
Toda relación por intima que sea tiene que tener límites o parámetros.
Para poder establecer relaciones que nos sean satisfactorias y para poder arreglar las conflictivas, es necesario examinar nuestros límites. La gente llega a abusar de nosotros hasta donde nosotros mismos les damos permiso.
Hay límites físicos y límites emocionales.
Límites físicos todos los tenemos y nos distinguen entre unos y otros. Estos son los que nos protegen de posibles invasiones o agresiones del exterior, nuestro limite mas claro es nuestra propia piel. Por ejemplo: yo se a quien permitirme que me acaricie, quién me de la mano o un beso en la mejilla, si vamos caminando por una calle y viene otra persona desconocida o no agradable nosotros nos hacemos a un lado y si es posible, que no nos toque, pero si esa persona es un amigo nos paramos saludamos y nos tocábamos. Tú decides cuando miras a los ojos a una persona, cuando y donde te dejas tocar, a quien le damos amistad a quien no, etc.
Límites emocionales
Éstos por un lado nos separan de los demás y por otro nos protegen de las agresiones y también nos sirven para un intercambio con otros. Sirven de frontera donde tiene lugar nuestro encuentro.
Tú decides como deseas que los demás te traten, por ejemplo qué bromas acepto y cuales no, para que pueden contar conmigo y para qué no, qué puedo tolerar y qué no, etc.
Hay límites que fomentan el desarrollo y la madurez mientras que otros la obstaculizan.
A veces somos demasiado radicales y no comprendemos y otras veces demasiado flojos.
En nuestros límites en general podemos ser claros, flexibles, rígidos, y difusos.
Tus límites personales pueden alejarte o acercarte a las personas, mejorar o entorpecer las relaciones interpersonales.
¿Pones tus límites claros o dejas que alguien más los ponga por tí?
d/a