ALGO QUE TODOS DEBEMOS SER...
Bastante firmes como para soportar la crítica
sin desalentarnos.
Bastante generosos como para compartir
nuestros placeres.
Bastante valientes como para hacer lo bueno
sin temer la censura y el ridículo.
Bastante veraces como para cumplir
con nuestra palabra.
Bastante corteses como para nunca decir una
palabra dura a nadie.
Bastante honorables como para hacer a otros
como quisiéramos que se nos hiciese.
Bastante sabios como para ver las cualidades
valiosas de nuestro prójimo.
Bastante urbanos como para no juzgar a la
gente por su traje.
Bastante leales como para ser fieles a un amigo
a pesar de sus reveses de fortuna.
Bastante sinceros como para admitir un defecto.
Bastante sensatos como para escuchar los consejos
de los mayores y más experimentados.
Bastante sensibles como para apreciar
las bellezas de la naturaleza.
Bastante grandes de alma como para sentir
admiración pero nunca envidia, hacia aquel
que nos supera.
Bastante humanos como para ser bondadosos
con todas las criaturas de Dios.
Bastante caritativos como para ayudar a un
semejante en dificultades.
Bastante agradecidos como para darnos completamente.
Sin reservas diciendo:
"Te serviré dondequiera y cuando quieras,
haciendo cualquier cosa para Dios y los hombres."
Braulio Pérez Marcio