MÁS VALE A TIEMPO...
Mi papá me llama mucho por teléfono -decía un hombre joven-
para pedirme que vaya a charlar con él.
Yo voy poco. Ya sabes como son los viejos, cuentan las cosas una y otra vez.
Además nunca me faltan bretes: que el trabajo, que la esposa, que los amigos.
-En cambio -le dijo su compañero-, yo charlo mucho con mi papá. Cada vez que estoy triste voy con él. Cuando me siento solo. Cuando tengo algún bajón y necesito fortaleza acudo a él
y me siento mejor.
-Caray -se apenó el otro- tú eres mejor que yo.
-Soy igual -responde el amigo con tristeza- Visito a mi padre en el cementerio. Murió hace tiempo. Mientras vivió, tampoco yo iba a charlar con él, me hace falta su presencia y lo busco cuando ya se me fue. Habla con tu padre hoy que lo tienes, no esperes a que esté en el panteón, como hice yo. En el automóvil pensaba el muchacho en las palabras de su amigo. Al llegar a la oficina pidió a su secretaria:
-Comuníqueme por favor con mi papá!!!