EL ABISMO Y LA MONTAÑA
Le dijo una vez la montaña al abismo:
-"Yo, desde mis majestuosas cumbres, tengo el mundo a mis pies-. Contemplo los más bellos amaneceres y crepúsculos, la luz de la luna acaricia mi cuerpo y me siento parte de las estrellas porque casi puedo tocarlas.
Es tan grande mi presencia que casi puedo sentir que toco a Dios.
-¿Y tú, despreciable abismo, que miserable rol cumples allá abajo?-
El abismo contestó: "Te sostengo".