TODOS SOMOS IGUALES
Si yo discrimino a alguien por el color de su piel,
significa que me estoy creyendo que soy mejor que él.
¿Y de dónde saco yo esa superioridad?.
Es el hombre que se convierte en lobo del hombre.
Si actuamos así, estamos actuando contrariamente a la ley de Dios,
cuyo mandamiento más importante es el del amor al otro.
Todos somos iguales,
y tenemos los mismos derechos.
Si todos actuáramos conforme a estos principios,
la vida sería más bella para todos.
Madre Teresa de Calcuta