CUANDO CAIGAS
Cuando caigas, levántate. Puede sonar tan simple como para parecer obvio, pero demasiado a menudo no es así como sucede. Cuando te hayas desviado del camino, ocúpate de volver a él. No es demasiado tarde y es, siempre, la mejor opción.
En primer lugar, recuerda por qué encaraste el esfuerzo. Recuerda qué es lo verdaderamente importante en tu vida, y por qué estás haciendo lo que has elegido hacer.
Convertirte en una víctima no tiene mucho futuro y no le sirve a nadie. Así que haz lo que haga falta para volver a incorporarte y seguir avanzando una vez más. Seguro, fracasar es doloroso. Y lo mejor que puedes hacer es desprenderte de ese dolor lo más rápidamente posible.
Cuando caigas levántate rápido, con renovada determinación, tan a menudo como sea necesario. Y terminarás llegando exactamente allí donde hayas elegido ir.
Gabriel Sandler